La decisión de archivar la licencia ambiental para ampliar la Autopista Norte de Bogotá, entre las Calles 190 y 245, tendrán un impacto importante en diversas obras, que se retrasarán en entre seis meses y un año.
La razón es que sin este permiso de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), la concesionaria Ruta Bogotá Norte no puede comenzar labores ni recibir recursos del cierre financiero.
De allí que las empresas a cargo del proyecto reconocieran un reto importante y confirmaran que presentaran un recurso de reposición, con el fin de intentar subsanar lo pedido por la entidad a cargo.
Eso sí, las firmas OHLA, Termotécnica Coindustrial y Ashmore Colombia deberán resolver este tema pronto, si se quiere reducir los tiempos de retraso de las obras de la Autopista Norte.
Obras que se retrasarán en la Autopista Norte de Bogotá
No obstante lo anterior, por ahora no podrán iniciar las obras más importantes del proyecto Accesos Norte 2, pues la licencia ambiental que se buscaba incluía a cinco de sus ocho unidades funcionales o tramos.
Por ejemplo, ahí se incluye el mejoramiento de los tres carriles existentes de la Autopista Norte y la ampliación a seis en ambas calzadas (de sur a norte y viceversa) por 5,83 km.
Además, están los estudios y diseños de una intersección en la Calle 201, y el diseño y la construcción de dos retornos, que estarán ubicados, respectivamente, en las calles 224 y 235.
Según el plan de obras de Ruta Bogotá Norte, estas eran justamente las unidades por las que se pretendía iniciar el megaproyecto.
Sumado a lo anterior, hay otros dos tramos que se incluyeron en la concesión y que por ahora tampoco arrancarán sus obras: uno en la Carrera Séptima y otra en el municipio de Sopó.
En ambos casos se deben tramitar licencias ambientales adicionales, las cuales avanzan a buen paso, pero aún no están completamente listas.
De esta forma, la ampliación de la Autopista Norte y, en general, de los accesos y salidas a Bogotá queda -por hora- en veremos y la espera de un nuevo pronunciamiento de la ANLA.
Mientras esto sucede, Ruta Bogotá Norte deberá seguir operando y manteniendo las vías contratadas, a la espera de que le den luz verde ambiental y con esto también podrá lograr cierre financiero.