La industria de la venta de motos en Colombia no tuvo un buen año. Mientras que en 2022 el mercado creció 11 % llegando a 805.000 unidades vendidas, este año, se espera una caída del 15 %, llegando a 679.000 motos.
Así lo dijo Iván Darío García, director de la Cámara de la Industria de Motocicletas de la ANDI. Esta cámara, que empezó a funcionar en julio de este año, afilia a las 8 ensambladoras con presencia en Colombia. Estas hacen 98 % de las motos que se registran en el país.
En entrevista con Valora Analitik, García explicó qué ha pasado con la industria durante este año. También mencionó las expectativas para 2024 -en el que no se espera un crecimiento ni un decrecimiento- y cuáles son los segmentos más afectados por la pronunciada caída en las ventas de motos en Colombia.
¿Cómo cierra el año para la industria de las motocicletas en el país?
Este ha sido un año bastante retador. En estos momentos, calculamos el cierre del año alrededor de las 679.000 unidades de motocicletas registradas. Estaríamos hablando de un decrecimiento del 15 %. Estimamos que el mercado se contraiga en ese valor. El año pasado fue un año que se cerró con 805.000 unidades. Y de 2022 a 2021, el mercado en Colombia creció 11 %.
¿A qué se debe la contracción en la venta de motos en Colombia?
Estamos donde estamos hoy por dos factores fundamentales. El primero tiene que ver en la confianza de los consumidores para la adquisición de bienes durables, que se ha mantenido en negativo durante casi todo el año. 92 % de las motocicletas son adquiridas por estratos 1,2 y 3. Y el 62 % de las personas que adquieren una motocicleta, ganan menos de un salario mínimo.
Un segundo gran tema tiene que ver con las tasas de interés. La situación en Colombia es de un encarecimiento de los bienes de consumo. Por ende, la adquisición de estos bienes no tiene toda la posibilidad de hacerse. Hoy en Colombia, más o menos el 50 % de las motocicletas que se adquieren, son vía crédito, entonces hay un importante efecto en el encarecimiento de los créditos de consumo.
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¿Qué esperan, entonces, para 2024?
Para 2024 esperamos que el mercado se mantenga en los mismos niveles. No esperamos un crecimiento del mercado, dadas las condiciones actuales, sobre todo desde el punto de vista macroeconómicas. El año entrante, seguro también los registros estarán en 679.000 unidades en todo el país.
De todas maneras, hay una apuesta de la industria del país. Grupo UMA, por ejemplo, anunció la apertura de una nueva planta en el primer trimestre de 2024 pero que ya empezó producción.
2024 en general trae retos en materia económica para el país, ¿cómo reciben esos retos desde la Cámara?
Vemos un 2024 retador, con señales de mucha incertidumbre, sobre todo, pensando en las grandes reformas en trámites. Esas reformas son las que hacen que las cifras se mantengan en las mencionadas. Esperamos que haya señales claras para saber qué pasará con las inversiones en la industria y en el comportamiento de la economía. Ojalá en las próximas juntas del Banco de la República, por ejemplo, continúen bajando las tasas, para que el mercado se dinamice.
¿Cuáles son los segmentos más afectados dentro de las marcas por las bajas ventas de motos en Colombia?
En Colombia, 90 %, a corte de noviembre de este año, de las motocicletas que se registran son de menos de 200 centímetros cúbicos. Es decir, son motocicletas con vocación de transporte, pero también con transporte. Solo 10 % superan los 200 CC, que podrían pensarse en uso de recreación o esporádico. Entonces la gran contracción se ha dado en los segmentos de menor cilindraje. 44 % de las motos que se comercializan en el país, van entre los 100 CC y los 125 CC, allí está la mayor parte del descenso del registro.
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Hace poco, el gobierno anunció que continuará con las rebajas al SOAT, ¿cómo ven esa medida?
Vemos de manera positiva las reducciones en las tarifas para los motociclistas, porque las motos están en los sectores más populares de la población. La reducción se convierte en un alivio direccionado a los estratos más bajos.
Frente a si ha dado resultados, vemos que hay un desafío grande. En el RUNT aparecen registradas más de 11,5 millones de motos, pero nuestra estimación es que el parque registrado no es el circulante. Estimamos que en circulación hay máximo 8 millones de motos. Entonces, si la base cambia, la evasión también. Si se mira desde 11,5 millones, la evasión es superior al 60 %. Pero si se mira desde la circulación, la evasión puede ser inferior al 40 %.
La Cámara empieza en julio de este año, en un periodo muy complejo para el sector, ¿por qué surge la necesidad de conformarla?
Nosotros vemos dos grandes desafíos y que son la razón de una cámara propia dentro de la ANDI. El primero, y el más importante, es la seguridad vial. El motociclismo tiene las cifras más altas en la historia de Colombia de fallecidos por accidentes viales, poniendo 60 % de los fallecidos.
Lo segundo tiene que ver con el desarrollo de movilidad hacia modelos más sostenibles. Ese foco nos parece muy importante y es un reto global del motociclismo: cómo llevar la industria para que contribuya, desde el proceso productivo y desde los vehículos que tengan cada vez menores emisiones. Nosotros pensamos que, más allá del desarrollo económico, aporta desarrollo social y ambiental.
