El peso colombiano se consolidó este 2023 como la mejor moneda de Latinoamérica frente al dólar, pero, aun así, se mantiene en niveles altos frente a otras monedas de la región.
Al cierre de este año, la divisa local concretó importantes caídas, a tal punto que ya tocó niveles de $3.850, los cuales no se veían desde junio de 2022.
En ese entonces, Colombia vivía semanas de incertidumbre por saber quién sería el nuevo presidente, si Gustavo Petro o Rodolfo Hernández, pues ambos habían pasado a segunda vuelta.
Monedas de Latinoamérica frente al dólar en 2023
El resultado dio a Petro como ganador de la contienda electoral y, con esto, el peso colombiano vivió una fuerte devaluación a lo largo de 2022, que lo llevó incluso a tocar máximos históricos frente al dólar.
A finales del año pasado, la tasa de cambio alcanzó a superar los $5.000, generando un fuerte impacto en las finanzas públicas.
No obstante, desde ese momento, la divisa ha bajado considerablemente y se ha estabilizado en un rango entre $3.900 y $4.200, pero lejos del máximo alcanzado un año atrás.
Con este buen comportamiento, el peso colombiano se consolidó como la mejor moneda de Latinoamérica en 2023, panorama que no cambiará de acá al cierre de esta semana, cuando termine el año.
De acuerdo con datos de Tradingview, la moneda local se ha apreciado 25 % frente al dólar, consolidándose como la que más se fortalece de la región. La segunda es el peso mexicano, que ha tenido una subida de 15,05 %.
El ‘top’ cinco lo completan el real brasileño (10,9 %), el sol peruano (3,19 %) y el peso uruguayo (0,98 %).
En contraste, el peso chileno cae 4,18 % frente al dólar en lo corrido del año, mientras que Argentina registra una devaluación superior al 300 % por cuenta de las recientes medidas tomadas por el presidente Javier Milei.
¿Por qué el peso colombiano es la mejor moneda de Latinoamérica?
Con estas cifras, el peso colombiano se mantiene, por mucho, como la mejor moneda de Latinoamérica, tendencia que ha prevalecido por factores internos y externos.
De acuerdo con Felipe Campos, gerente de inversión y estrategia de Alianza Valores, la divisa tuvo una fuerte caída en 2022, pero registró una recuperación importante en 2023, lo cual permitió que el país se alineara con la región.
En gran medida, agregó, esto se debió a la incertidumbre política que trajo consigo el nuevo gobierno, así como al hecho de que esta ha venido bajando con el pasar de los meses.
A esto se sumó lo dicho por XP Investments en su último documento del año en materia de previsiones. Según sus analistas, hay “cierto margen” para que las monedas latinoamericanas se aprecien más en 2024, aunque se puede esperar que haya volatilidad.
“La mayoría de las monedas se apreciaron gracias a valoraciones baratas, mejoras en las cuentas externas, tasas de política reales históricamente altas (…) y una reducción en riesgos políticos o que estos estén en declive”, anotó.
Sumado a lo anterior, “la etapa más reciente del fortalecimiento de las monedas locales de los mercados emergentes se debió principalmente al alivio en los rendimientos del Tesoro de EE. UU.”.
Así las cosas, XP considera que el peso colombiano puede cerrar el 2023 en niveles promedio de $4.000, mientras que en 2024 podría culminar en el orden de $3.800.
Eso sí, factores de internos, como temas políticos y de incertidumbre fiscal, podrían limitar ese fortalecimiento frente al dólar de EE. UU.
Peso colombiano, aún lejos de otras monedas de A. Latina
A esta idea se suma José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda y rector de la Universidad EIA, quien afirma que hubo tranquilidad en los mercados por el hecho de que las grandes reformas del gobierno Petro no se aprobaran con la velocidad esperada.
Lo anterior llevó a que el peso colombiano retornara a un escenario de revaluación y se fuera acercando al resto de los países de América Latina.
“Sin embargo, sigue existiendo una diferencia y con los demás países, porque, en el caso colombiano, persisten algunas incertidumbres por cambios en las reglas de juego propias de decisiones que afectan al inversionista privado”, dijo.
Y agregó que este asunto también se refleja en un mal comportamiento de la inversión privada en los últimos tres trimestres, que viene registrando cifras negativas.
En tanto, el centro de estudios ANIF considera que la revaluación del peso responde a factores internacionales, como menores preocupaciones de recesión a nivel mundial, altos precios del petróleo y el diferencial de tasas entre Colombia y EE. UU.
Pero también tiene que ver con que, a nivel local, se disminuyó la incertidumbre alrededor de las reformas presentadas por el Gobierno.
Para ANIF es claro que la “reducción en la incertidumbre” y las “señales de respeto” sobre las reglas de juego “les dan una mayor estabilidad a los activos locales y tiene efectos positivos sobre la tasa de cambio”.
No obstante, señala que Colombia sigue siendo ‘castigada’ en su prima de riesgo por las decisiones tomadas al interior del país, especialmente en temas fiscales.
Finalmente, Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, agrega que la previsión de que caigan las tasas de interés en EE. UU. ha generado una caída generalizada del dólar en todo el mundo.
Y por ende cree, según sus modelos, que una tasa de cambio entre $3.900 y $4.000 «tiene sentido para la economía colombiana».
Eso sí, agregó que «el defecto de liquidez que tenemos en este momento pueda hacer que este indicador termine el año por debajo de $3.900«.