Continúa la suspensión del comercio exterior por el Mar Rojo (entre África y Asia), específicamente en el Canal del Suez, desde los primeros ataques perpetrados por rebeldes hutíes de Yemen.
El grupo rebelde de ese país -que es respaldado por Irán- ha intensificado sus ataques contra barcos como una venganza contra Israel por su campaña militar en Gaza.
Este martes, el gigante naviero danés Maersk confirmó que sus barcos que transitarían por el Mar Rojo y el Golfo de Adén tomarían la ruta del Cabo de Buena Esperanza alrededor del sur de África.
Como destacó CNBC, el Golfo de Adén corre a lo largo de la costa sur de Yemen, mientras que el Mar Rojo proporciona un vínculo clave entre Asia y Europa a través del Canal de Suez de Egipto.
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El Suez es un canal artificial navegable en esa región que une el mar Mediterráneo con el golfo de Suez, en el mar Rojo, a través del istmo de Suez. Este corredor representa cerca del 30 % del comercio mundial.
El comercio mundial afectado
Al igual que Maersk, un conjunto de navieras ya habían anunciado cambios en sus rutas regulares por la tensión políticas y las ofensivas en el canal del Suez.
“La Hapag-Lloyd de Alemania comunicó el lunes que sus barcos tomarían la ruta más larga del Cabo de Buena Esperanza entre los continentes, citando un riesgo de seguridad inaceptable después de un ataque a su barco, el Al Jasrah, en el Mar Rojo”, escribió CNBC.
En un comunicado, Maersk afirmó que “los ataques que hemos visto a buques comerciales en la zona son alarmantes y representan una amenaza significativa para la seguridad de la gente de mar”.
Hasta el lunes, Maersk dijo que tenía alrededor de 20 buques detenidos en ruta, aproximadamente la mitad de los cuales se encuentran al este del Golfo de Adén. El resto se encuentra al sur del Canal de Suez en el Mar Rojo, o al norte del mismo en el Mar Mediterráneo.