La sostenibilidad en el sector de aceite de palma en Colombia es un tema que viene creciendo de manera importante, no solo con productores e industria comprometidos, sino también con certificaciones nacionales e internacionales que respaldan el trabajo realizado.
De acuerdo con el Barómetro de la Producción y Comercialización de Aceite de Palma Sostenible en Colombia 2021 – 2022, la medición más profunda de este producto agrícola que realiza Solidaridad Network, el volumen certificado de aceite de palma en el país aumentó a un 28 % en 2022, pasando de 458.000 toneladas en 2021, a un estimado de 491.000 toneladas de CSPO (aceite de palma sostenible) el año pasado.
Vale resaltar que en esta materia las certificaciones provienen de Estándares Voluntarios de Sostenibilidad (EVS) como RSPO, ISCC, APSColombia, entre otros.
El volumen de producción de aceite palma sostenible representa hoy el 28 % del total de la producción del país. De acuerdo con el Barómetro Palmero de Solidaridad Network en Colombia, este porcentaje de sostenibilidad se ha mantenido relativamente estable en los últimos años y es reflejo de la producción récord en el país.
En términos generales, de 1,5 millones de toneladas de aceite de palma producidas en 2020, el sector evidenció un incremento de más del 12 %, alcanzando 1,7 millones de toneladas en 2021; y en 2022, produjo 78.000 toneladas adicionales ascendiendo a 1,77 millones de toneladas.
En este contexto, en los últimos dos años, 14 empresas palmeras, entre plantaciones y plantas extractoras, se vincularon por primera vez a los esquemas RSPO e ISCC, representando un aumento de 48 % frente a las empresas certificadas en 2020 y ratificando el compromiso del sector para avanzar hacia la implementación de mejores prácticas.
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Además, el 2022 también marcó un hito importante en lo referente al Protocolo APSColombia, logrando que la primera empresa en el país culminará a satisfacción la verificación de tercera parte y fuera reconocida en adoptar los principios de productor de Aceite de Palma Sostenible de Colombia.
Sumado a lo anterior, uno de los puntos más importantes a destacar en medio del contexto de sostenibilidad en el aceite de palma es el relacionado con los bajos índices de deforestación. El Barómetro Palmero mostró -de hecho- que el sector palmero colombiano evidenció que el 99,97 % de la deforestación en Colombia no está relacionado con el sector palmero.
Sobre el tema, en cuatro ocasiones el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) ha realizado mediciones para calcular el nivel de deforestación en la industria de la palma en Colombia.
Desde la primera medición en 2017, la deforestación asociada a cultivos de palma de aceite en el país muestra una continua reducción pasando de un 0,4 % a un 0,2 % en 2018 y, posteriormente, a un 0,03 % para el 2019.
“El Acuerdo Cero Deforestación, como mesa sectorial, es un vehículo que facilita la vinculación de actores en la cadena de valor, incluyendo Gobierno, entidades ambientales oficiales, estándares voluntarios de sostenibilidad y organizaciones de la sociedad civil, para velar por la transparencia y la consolidación de Colombia como un origen libre de deforestación. Este Acuerdo representa un marco y definiciones comunes sobre el tema, lo que facilita la implementación de un monitoreo satelital preciso y confiable en todo el país”, apunta María Goretti Esquivel, Gerente del programa de Palma de Aceite de Solidaridad Network.
Producción sostenible en Colombia y el mundo
La producción y el consumo mundial de aceite de palma sostenible verificado por Estándares Voluntarios de Sostenibilidad sigue demostrando un crecimiento favorable en los últimos dos años.
En el caso de la Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible (RSPO), el volumen certificado aumentó 5,7 % hasta 14,7 millones de toneladas, representando el 19 % de la producción total de aceite de palma a nivel mundial.
Entre tanto, el Barómetro muestra que el área total de tierra certificada alcanzó los 4,45 millones de hectáreas, o el 55 % de la superficie global total estimada. En Colombia, su impacto se extiende en diversas regiones y departamentos productores de la siguiente manera:
Según la investigación, entre las regiones productoras de aceite de palma, América Latina mostró, entre 2021 y 2022, el porcentaje más alto de producción de CSPO con 27 % con respecto al volumen total producido.
Así mismo, la región sigue consolidando su enfoque a la inclusión de pequeños productores, reflejando que 20 % del aceite de palma certificado en la región proviene de fincas de pequeña escala asociadas a plantas extractoras.
Es importante anotar que, a nivel global, Indonesia y Malasia continúan siendo los principales países productores, mostrando resultados estables de CSPO totalizando cada uno el 19 % de su producción nacional.
Los informes internacionales destacan que dos hitos han sido alcanzados en este contexto: América Latina cruzó la marca de un millón de toneladas en 2020, y África alcanzó las 300.000 toneladas certificadas en 2021.
“Haciendo referencia a los países productores en la región Latinoamericana, es evidente que la producción sostenible de aceite de palma la lidera Colombia, sin embargo, al hacer la relación de volumen sostenible como proporción de la producción total, es importante resaltar que Costa Rica tiene el 66 % y Guatemala el 61 % de su aceite de palma certificado RSPO”, relató Esquivel.
Junto con esto, el compromiso de la región se refleja también en los avances de Ecuador (32 %), Brasil (27 %), Perú (26 %), Honduras (22 %), y México (21 %). “Los diferentes niveles de avance pueden ser explicados por la diversidad en la base de suministro, entendiendo que entre más pequeños productores estén en la cadena de valor, mayores son los retos de implementación del estándar”, destacó la experta.
Aceite de palma también apunta a otros sectores
Con miras a la sostenibilidad, el sector palmero en Colombia tiene importantes oportunidades -sobre todo en productos energéticos- en la elaboración de biocombustibles y próximamente en combustibles de aviación sostenible.
En consecuencia, el año pasado el Banco Mundial contrató dos consultorías con Fedepalma (la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite) con el objetivo de conocer la viabilidad de producción SAF y diésel renovable en Colombia y un segundo estudio enfocado en el análisis de ciclo de vida para el SAF y diésel renovable de palma de aceite.
La organización internacional -como parte de los análisis que realiza de forma permanente-, está interesado en conocer el potencial que tiene el país y en especial la Orinoquía para la producción sostenible y baja en carbono de cuatro cadenas agrícolas, una de ellas la palma de aceite.
Para el tema puntual de producción de combustibles de aviación sostenible, Colombia viene adelantando conversaciones entre agentes gubernamentales, sector privado, organismos internacionales y agremiaciones de agro y energía.
El objetivo es construir una hoja de ruta que muestre las potencialidades del país para producir combustible de aviación sostenible (SAF) y atender la demanda del sector aéreo internacional en los próximos años.
De esta manera y ante los buenos avances que revela el Barómetro de la Producción y Comercialización de Aceite de Palma Sostenible en Colombia 2021 – 2022 de Solidaridad Network, el país continúa mostrando la continua evolución de su palmicultura, uno de los sectores del agro con mayor innovación y propósitos por mejorar sus procesos de producción sostenible.
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