La startup de espacios de coworking, WeWork, planea declararse en quiebra, reveló Wall Street Journal ante los elevados niveles de deuda y pérdidas del grupo.
De acuerdo con el medio, ante la situación, WeWork está considerando la posibilidad de acogerse al Capítulo 11 en Nueva Jersey.
La empresa tenía una deuda neta a largo plazo de US$2.900 millones a finales de junio y más de US$13.000 millones en arrendamientos a largo plazo, en un momento en que el aumento de los costes de los préstamos está afectando al sector inmobiliario comercial en Estados Unidos.
Anteriormente, WeWork dijo que había llegado a un acuerdo con los acreedores para el aplazamiento temporal de los pagos de parte de su deuda, con el período de gracia a punto de terminar.
Las acciones de la empresa—patrocinada por el fondo japonés SoftBank Group— cayeron un 32 % en las negociaciones previas a la apertura de hoy después de que el Wall Street Journal informara por primera vez de la noticia. No obstante, han caído aproximadamente un 96 % este año.
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Golpe esperado de WeWork
La declaración de bancarrota de WeWork supondría un impresionante para la compañía que fue valorada en US$47.000 millones en 2019 y un descalabro importante para el inversor SoftBank.
WeWork ha sufrido turbulencias desde que sus planes de salir a bolsa en 2019 implosionaron tras el escepticismo de los inversores sobre su modelo de negocio de tomar arrendamientos a largo plazo y alquilarlos a corto plazo y las preocupaciones sobre sus elevadas pérdidas.
A su vez, los problemas de WeWork no desaparecieron en los años siguientes tras la pandemia. Finalmente consiguió salir a bolsa en 2021 con una valoración muy reducida.
Su principal patrocinador, el conglomerado japonés SoftBank, invirtió decenas de miles de millones para apuntalar la «startup», pero la empresa ha seguido perdiendo dinero.
(Con información de Reuters)
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