La rentabilidad del bono a 10 años del Tesoro de Estados Unidos subió este lunes por encima del umbral del 5 % por primera vez desde julio de 2007, antes del estallido de la gran crisis financiera, ante la perspectiva de un periodo prolongado de tipos de interés elevados, lo que ha generado nuevas dudas entre los inversores mundiales ante la incertidumbre global.
El interés del bono de Estados Unidos a diez años llegaba a subir hasta el 5,025 %, en máximos desde julio de 2007, mientras que la rentabilidad del bono a 30 años también superaba la barrera del 5 %.
Por su parte, en Europa, el mercado secundario de deuda también reflejaba la presión sobre los bonos soberanos a la expectativa de la reunión del Banco Central Europeo (BCE) del jueves.
Así, la rentabilidad del ‘bund’, el bono alemán con vencimiento a 10 años y de referencia para el resto de emisiones europeas, se aproximaba al umbral del 3 % al alcanzar un máximo intradía del 2,960 %. Asimismo, en el caso del bono español a 10 años, la rentabilidad seguía moviéndose al alza y se situaba por encima del 4 %, mientras que en el caso de la deuda de Italia el rendimiento escalaba hasta el 4,936 %.
Los bonos a largo plazo son interesantes para el análisis, ya que son los que utilizan los gobiernos estadounidense y alemán para pedir dinero prestado y son conocidos como una de las formas más seguras de inversión. Debido a sus cualidades, las rentabilidades de estos bonos se consideran un indicador económico, que se correlaciona con el sentimiento de los inversores sobre las perspectivas económicas.
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Perspectivas de la Fed impactan bonos
El presidente de la Reserva Federal de EE. UU., Jerome Powell, advertía la semana pasada de que el camino para devolver la inflación al objetivo del 2 % probablemente «llevará un tiempo» porque la política monetaria aún no es lo suficientemente restrictiva y se corre el riesgo de que «hacer demasiado poco» pueda permitir que una inflación por encima del objetivo «se enquiste», mientras que «hacer demasiado podría perjudicar innecesariamente a la economía».
Asimismo, una serie de datos recientes han sugerido que la economía estadounidense goza de buena salud, a pesar del alza de los tipos de interés, después de que las ventas minoristas aumentasen un 0,7 % en septiembre respecto al mes anterior, apenas una décima menos del alza de agosto, cumpliendo seis meses seguidos de expansión, mientras que la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo de EE.UU. informó de que la tasa de inflación interanual repitió en septiembre el mismo alza de agosto, del 3,7 %, cuando el consenso del mercado anticipaba un ligero alivio de la subida de los precios.
Analistas han destacado que los inversores empiezan a adaptarse a un periodo más largo de tipos de interés más altos, después de que, en sus últimas proyecciones, los miembros de la Junta de la Reserva Federal de EE. UU. dijeran que los tipos de interés esperan mantenerse por encima del 5 % hasta finales de 2024.
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