El asesinato de Fernando Villavicencio, candidato presidencial, abrió un capítulo de incertidumbre para Ecuador, al resaltar de manera prominente la cuestión de seguridad y generar un estado de inquietud en el ámbito político y empresarial de la nación.
En medio de la ola de violencia, las implicaciones dentro y fuera del país empiezan a erosionar. En el ámbito empresarial, el sistema puede empezar a reconfigurar sus pasos.
De acuerdo con Alexandra Mosquera, directora ejecutiva la Cámara de Comercio Industria Ecuatoriano Colombiana (Camecol), para 2021 se registraron US$19, 29 millones de inversión extranjera directa de Colombia en Ecuador, un incremento del 10 % con respecto al 2020.
En una entrevista con el medio de comunicación ecuatoriano, El Universo, la directora además indicó que, en los últimos 10 años, se registraron US$147.200 millones de IED de Colombia en Ecuador.
Agregó que, de acuerdo con datos de la Superintendencia de Compañías al 20 de junio de 2022 hay 147 empresas con capital colombiano en Ecuador.
La pregunta entonces es, ¿podría verse afectado el futuro de las empresas colombianas en Ecuador? Los expertos señalan que más allá de la particularidad de las empresas colombianas, la inestabilidad y la inseguridad que se está viviendo en Ecuador afecta no solo a un tipo de empresa, sino a la inversión que hagan todos los países que allí estén operando o que tengan sus plantas de producción dentro de Ecuador.
“Este es un crimen político que adquiere un carácter terrorista y no dudamos que este asesinato sea un intento de sabotear el proceso electoral», dijo Guillermo Lasso.
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El analista político Carlos Andrés Arias, señala que, “La inseguridad impacta a todas las empresas, independientemente de su nivel de riesgo, ya que invertir en un país marcado por un aumento notable en la violencia, con signos de infiltración delictiva, narcotráfico y corrupción, conlleva riesgos significativos”.
La relación Colombia – Ecuador luego del asesinato de Fernando Villavicencio
Mauricio Jaramillo Jassir, experto en ciencia política, habló de la relación entre Colombia y Ecuador. Jaramillo señala que aún no se ha llegado a un punto en el que la infraestructura empresarial se vea afectada, de tal manera que provoque una masiva retirada de las empresas y la inversión extranjera.
Jaramillo considera que, hasta el momento, la inseguridad no ha alcanzado niveles que pongan en peligro la viabilidad del modelo económico ecuatoriano.
A pesar de esto, el experto observa la aparición de voces que alertan sobre el incremento del narcotráfico. “Esta tendencia reaviva la idea de que América Latina aún no ha logrado superar este desafío y que la guerra contra las drogas continúa demostrando ser un fracaso”, afirma Jaramillo.
El golpe del asesinato de Fernando Villavicencio para la democracia de Ecuador
Además del impacto económico, el golpe político y a la democracia ha sido indudable. Según esposa, Verónica Sarauz, asevera que se trata de un crimen político y no de delincuencia común.
Insiste en que el hecho se dio por las denuncias contra la corrupción a su país, que han salpicado a varios políticos, incluyendo al expresidente Rafael Correa.
Como un gesto de resistencia las elecciones continuarán el próximo 20 de agosto marcando un compromiso por superar la incertidumbre y preservar la integridad del calendario electoral.
Luego del asesinato de Villavicencio, Christian Zurita reemplazará al candidato presidencial, así lo anunció el Movimiento Construye.
Las elecciones contarán con un despliegue estratégico de fuerzas militares en todo el territorio nacional, una medida adoptada en el contexto del estado de excepción declarado por el presidente Guillermo Lasso.
«He declarado en estado de excepción a la ciudad de Guayaquil debido a los sucesos delictivos dados en las últimas horas. Se dispondrá de toda la fuerza pública para restablecer el control de la ciudad», señaló el mandatario en Twitter.
Es importante señalar que un equipo del FBI ha llegado a Ecuador con el propósito de brindar apoyo para esclarecer las responsabilidades en el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio.
