La inflación en Colombia, cuando el gobierno del presidente Gustavo Petro arrancó el 7 de agosto del año 2022, en su variación anual, iba en el 10,84 % de acuerdo con registros del DANE y con expectativas de seguir creciendo con fuerza.
Para ese momento, el IPC del país seguía viendo fuertes presiones dados los altos precios de los alimentos, que tenían una inflación en Colombia cercana al 25,57 %.
El gobierno del presidente Gustavo Petro arrancó con la promesa de que iba a trabajarse para quitarle peso al valor de los alimentos y así contribuir con una caída fuerte de la inflación.
De hecho, en su momento el país vio dos decisiones en ese frente: de un lado, subsidios para que los productores del país compraran insumos más baratos.
Esta decisión, en su momento, representó una caída de la inflación para los productores, lo que iba contribuyendo a que los alimentos bajaran y los bolsillos de los colombianos vieran un respiro.
La segunda gran decisión se centró en, con el aumento del salario mínimo para el 2023, del orden del 16 %, el país empezó a ver un desligue del incremento de algunos precios para poder quitarle cualquier riesgo innecesario de indexación.
¿Qué ha pasado con la inflación en Colombia en el gobierno Petro?
De hecho, en su momento, las posiciones del gobierno y del Banco de la República sobre lo que debería hacerse para bajar el nivel de los precios en el país llevó a que el mandatario criticara el actuar del emisor.
En octubre del año pasado, el presidente Petro señalaba: “El precio de los alimentos sigue jalonando el ritmo inflacionario de Colombia; esta vez menos por la inflación internacional, más por las inundaciones. Servicios de energía disminuyen su impacto ¿Sirve subir la tasa de interés para contener la inflación?: No”.
La polémica la profundizó cuando sentenció que el Banco de la República no estaba cumpliendo con el papel de beneficiar el actuar de la economía nacional.
“La Corte constitucional ordenó al Banco de la República ajustar sus decisiones al crecimiento de la economía y el empleo. El ascenso de la tasa de interés va contra el crecimiento económico y el empleo de los colombianos”, sentenció el mandatario.
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Para ese entonces, Leonardo Villar, gerente del emisor, aseguró que cualquier decisión sobre las tasas de interés en el país no iba en contra de los intereses económicos: de hecho, todo se encaminaba a que la inflación convergiera al 3 % de meta.
Empezando el año 2023, el panorama internacional era uno completamente distinto: los alimentos empezaban a bajar con fuerza y la inflación en Colombia caía.
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Si bien en 2023 la inflación arrancó año arriba del 13 %, el indicador viene desacelerándose, justamente porque los alimentos ya no son tan caros.
La carne, la yuca, la papa, las legumbres explican en buena medida que el IPC pasara del 13 % al 12,1 %. De hecho, el resultado más reciente estuvo por debajo de las expectativas del mercado.
La apuesta del gobierno del presidente Petro de que baje la inflación se viene cumpliendo no solo por lo que pudo hacer el ejecutivo sino porque también así lo sopesaba el escenario internacional.
La invasión de Rusia a Ucrania ya estaba dejando de afectar la distribución de insumos para el agro y el año empezaba con nuevas cosechas.
Tanto así que, luego de meses de intentar quitarle peso a la inflación, el gerente Villar puntualizó que la intención de la política monetaria también había ayudado, pero los riesgos externos menguaron profundamente las presiones que llegaban desde afuera de Colombia.
Sobre lo que viene, las posturas del Banco de la República y del gobierno Petro empiezan a parecerse en varios aspectos.
Mientras se aboga desde el Ministerio de Hacienda para que las tasas de interés dejen de subir por una inflación que ahora estaría en el rango del 11 %, el pronóstico de la inflación para Colombia también cae desde la visión del emisor.
Tanto gobierno Petro como equipo técnico del Banco de la República esperan que la inflación en Colombia siga cayendo y cierre el 2023 muy cerca del 9 %.
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Y también coinciden en que los riesgos llegan cada vez más por el lado de los energéticos. Sin embargo, el Banco de la República ha sido un tanto más enfático en los riesgos, sobre todo, climáticos y el golpe que se sienta por un eventual Fenómeno de El Niño más fuerte de lo esperado.
Cuando el gobierno Petro empezó, la inflación de energéticos iba cerca del 17 %, a junio del 2023 el indicador había escalado hasta el 22,66 %.
Esto también sobre la base de que el precio de la gasolina en el país ha escalado desde los $9.000 hasta arriba de los $13.500, y con expectativas de que, el galón corriente, llegue hasta los $15.000 para contrarrestar el déficit del subsidio a los combustibles.
