El dólar en Colombia ha sido, a ojos del mercado, uno de los medidores más importantes sobre la percepción del gobierno del presidente Gustavo Petro.
En medio de las elecciones del año pasado, la tasa de cambio se mantuvo relativamente estable, con picos cercanos a los $3.800; sin embargo, cuando la campaña presidencial empezó a perfilar a Gustavo Petro como presidente de Colombia, el dólar escaló y se mantuvo sobre los $4.000 hasta el momento de la elección, el 20 de junio del 2022.
Ya con un mercado que se hacía a la idea de que Colombia podría girar a la izquierda, la tasa de cambio empezó a acostumbrarse a un nivel levemente arriba de lo que se había visto en el marco de la contiendo política.
A medida que fueron avanzando los primeros días del nuevo Gobierno, y se conocían anuncios como la nueva reforma tributaria, que iba a eliminar beneficios a los grandes inversores, el dólar, coincidentemente, también repuntó.
A días de haber sido electo, el gobierno Petro fue destapando algunas de las cartas de su política macroeconómica, como la reforma de impuestos y, de nuevo, el dólar alcanzaba máximos no vistos en la historia, con niveles de $4.600.
Pero, ya en unas primeras posturas, el presidente Petro invitaba a los colombianos a entender que iban a perder dinero comprando a una tasa alta que iba, “inevitablemente”, a caer en algún punto.
Los movimientos del dólar en Colombia y el gobierno Petro
Ya con una reforma en curso en el Congreso y asegurando que sería su única iniciativa del año pasado, el dólar se mantuvo estable sobre la barrera de los $4.500.
Sin embargo, dos hechos empezaron a marcar la hoja de ruta y ser coincidentes con una fuerte apreciación de la moneda estadounidense: el 5 de octubre del año pasado, el presidente Petro sugirió nuevos impuestos para los capitales golondrina.
Esa declaración, de acuerdo con analistas, explicó el porqué el dólar en Colombia se acercó con fuerza a los $5.000, llegando a un nuevo máximo histórico en el marco del gobierno Petro.
Un par de semanas después, el presidente Petro le apuntó a enfrentamientos y desacuerdos con la Junta Directiva del Banco de la República, planteado la tesis de que la subida de tasas de interés se constituía en un golpe lesivo para la economía nacional.
El choque con el emisor coincidió, de nuevo, con una trepada del dólar en Colombia, escalando a la barrera de los $5.100.
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En apenas cinco meses, la tasa de cambio en el país se había depreciado frente a la moneda estadounidense cerca del 30 %, cuando en países pares de la región, como Chile o México y Brasil, el comportamiento había sido bastante menor.
Un dólar en Colombia más fuerte que los pares de la región en el gobierno Petro
Colombia, en ese punto, alcanzó a ser una de las monedas más depreciadas del mundo, de la mano con economías como la de Turquía, Venezuela y Argentina.
Mientras esos dos anuncios se daban a manos del presidente, la incertidumbre sobre la exploración del petróleo y gas en el país crecía cuando la ministra de Minas de ese momento, Irene Vélez, sentenciaba que no habría nuevos contratos exploratorios en el país.
Analistas locales de ese momento aseguraban que, muy a pesar del revuelo, el ahora exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, “apagaba incendios” asegurando, primero, que no había política macroeconómica para imponer impuestos a los capitales golondrina y mucho menos una decisión de Gobierno de no buscar más petróleo y gas.
Sin embargo, los anuncios no fueron suficientes y Colombia, al penúltimo mes del año pasado, alcanzaba su máximo en la cotización intradía: arriba de los $5.118.
Aseguraba el gobierno Petro, por cuenta de esos niveles para el dólar en Colombia, que los efectos internacionales de una subida brusca de las tasas de interés en Estados Unidos a manos de la Reserva Federal explicaban buena parte del fenómeno.
Sin embargo, mientras la devaluación en Colombia era cercana al 18 %, en noviembre del año pasado, en economías pares como México, Chile o Brasil el ritmo de depreciación iba al 5 % o menos.
¿En qué va el dólar en Colombia?
Los siguientes meses, y con una reforma tributaria ya aprobada, el dólar se mantuvo estable arriba de los $4.800. Ya incluso para ese momento, el exministro Ocampo sentenciaba que para el país un dólar era estable en los $4.700.
Sin embargo, el inicio de un nuevo año, y con un mercado que ya creía que la política del gobierno Petro iba a ser la de evitar el impulso de la industria extractivista, los nuevos anuncios sobre la no exploración no alteraban la tasa de cambio.
Con un escenario internacional mucho más benevolente con la inflación y los precios de los energéticos, Estados Unidos y la FED empezaban a abrir la puerta a fijar una fecha para terminar con el alza de tasas de interés.
Incluso muy a pesar del recrudecimiento de la guerra en Ucrania, y la posibilidad de que se dispararan algunos precios de los energéticos anclados al petróleo.
Desde febrero y hasta abril del 2023, la tasa de cambio cayó casi $400 siendo incluso más baja que el pronóstico de estabilidad que pretendía el gobierno del presidente Petro. En abril volvieron a cambiar las cosas.
Un primer remezón ministerial que implicó la salida de Ocampo, coincidió con que el dólar en Colombia pegara la vuelta y volviera a cotizarse a los $4.700. En apenas días, la tasa de cambio se apreció en cerca del 7 %.
Desde mayo y hasta julio de 2023, el dólar en Colombia ha venido en franca caída, pasando de $4.700 a $3.800 y regresando a niveles de la campaña presidencial. La apreciación del peso se traduce en una trepada cercana al 20 %.
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Desde ese momento, varias noticias del mercado no alteraron la tendencia. Tampoco se fortaleció el dólar con la confirmación de la llegada de Ricardo Roa, mano derecha del presidente Petro, a la presidencia de Ecopetrol.
El fortalecimiento del peso frente al dólar en Colombia
Gracias a la fuerte caída del dólar en Colombia de las últimas semanas, en palabras de Leonardo Villar, gerente del Banco de la República, el fenómeno ha ayudado a que la inflación caiga con más peso. Otro pero surge en ese marco es que al ministro Ricardo Bonilla tampoco le suena una devaluación tan profunda, con lo que fueron los $3.800 de mediados y finales de julio del 2023.
Dijo el pasado 23 de julio sobre el fortalecimiento del peso que “nos estamos estabilizando”, pero aclaró que “el país no aguanta una revaluación”.
La historia del último año entre el gobierno Petro y el dólar en Colombia se traduce en un escenario internacional que, efectivamente, pone presiones extra al país, pero que ha estado acompañado de declaraciones del mandatario que han llevado a profundizar la recurrente volatilidad de la divisa estadounidense.
De momento, el reciente escándalo que involucra al hijo del presidente, Nicolás Petro, y la supuesta filtración de dineros ilícitos a la campaña del ahora mandatario, no se tradujo en una nueva salida de dólares, la tasa se mantuvo relativamente estable en los $4.100.
Las apuestas ahora se centran en que la divisa permanezca en esos márgenes y, de hecho, el Gobierno hace cuentas para que el precio promedio del otro año esté cercano a los $4.600.