El Gobierno de Colombia firmó el pacto por la transición energética con autoridades tradicionales de la comunidad Wayuú, líderes sociales y empresas desarrolladoras de proyectos de energías renovables.
Este pacto, según el Ministerio de Minas y Energía, establece una alianza para el beneficio de las comunidades enmarcada en la transición energética.
De acuerdo con el presidente de Colombia, Gustavo Petro, “con toda la capacidad de generación de La Guajira, podemos reemplazar la demanda de consumo en el país y nos sobra energía”.
Agregó que “hoy las posibilidades implican que Colombia es una potencia mundial para la transición energética. (…) Debe haber un pacto Wayuú permanente, eso implica una asociatividad, que las comunidades Wayuú deben ser socias de los proyectos y recibir parte de las utilidades”.
Cabe recordar que, en La Guajira, existen 21 proyectos de generación de energía y uno de transmisión, con los que el departamento tiene la capacidad de producir 2,5 gigas; sin embargo, el Gobierno expone que el potencial total es de 25 gigas.
Que, de acuerdo con la administración nacional, se pueden desarrollar en nuevos proyectos de energías renovables no convencionales de la mano con las comunidades.
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«Vemos que esta es una gran oportunidad, porque el Estado colombiano no ha podido cumplir con ese deber que les asiste. Creemos que las empresas que adelantan estas obras podrán desarrollar a nuestras comunidades y podremos decir que somos incluidos en estos proyectos y estamos enaltecidos», aseguró Rafael López Epieyu, líder indígena representante de la comunidad de Tankamana en Uribia.
¿En qué consiste el pacto por la transición energética en La Guajira?
El Gobierno de Colombia firmó el llamado Pacto por la Transición Energética Justa en La Guajira (TEJ): “La Guajira 2050, un territorio de vida para todas y todos”.
Esto consiste en un acuerdo entre las partes firmantes para “construir sentidos compartidos, confianza de presente y futuro en La Guajira”.
“Es el fruto de un proceso de escucha entre las partes y se propone: el desarrollo integral de las comunidades; el fortalecimiento de la seguridad energética para el país; la estabilidad de la operación de las empresas; el aporte a la descarbonización de la economía y la disminución de los efectos del cambio climático”, indica el documento del Pacto.
Cabe recordar que este pacto es de voluntades inspirado en materializar la transición energética y en éste tiene los siguientes compromisos:
- Fortalecer los procesos de relacionamiento entre empresa-estado-comunidades con fundamento en los derechos humanos, la debida diligencia, la participación efectiva y el respeto mutuo
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- Promover que la inversión de los proyectos contribuya a cerrar brechas sociales e impulse el desarrollo de la región
- Impulsar acciones de coordinación y articulación interinstitucional: Ministerio de Interior, Dancp, Ministerio de Minas y Energía, Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Ministerio de Defensa Nacional, ANLA, Corpoguajira, la Gobernación y las alcaldías municipales; las alianzas Público-Privada; y la Cooperación Internacional, priorizando proyectos: agua, educación, infraestructura, empleo, economía local, entre otros para mejorar las condiciones de vida de los pobladores
- Privilegiar el diálogo como el principal instrumento para la construcción de acuerdos, la resolución de diferencias y conflictos por encima de otros mecanismos y/o acciones.
En tal sentido, se promueve la participación y el diálogo genuino entre las partes para la sustentabilidad de la vida; y la garantía de derechos de las partes.
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- Disponer de mecanismos, procedimientos y acciones que aseguren la respuesta institucional oportuna y efectiva para la gestión de las conflictividades y el impulso de los proyectos de desarrollo en la región
- Impulsar que las comunidades participen en los proyectos de energías renovables para que sean sostenibles y justos: apoyo a iniciativas de las comunidades, la participación en beneficios, entre otros
- Fortalecer los protocolos de ingreso al territorio Wayuu y garantizar su cumplimiento por parte del Estado: Ministerio de Interior, Dancp, Ministerio de Minas y Energía, Ministerio de Ambiente, Ministerio de Defensa, de tal forma que las empresas cuenten con lineamientos sobre el respeto de usos y costumbres de las comunidades étnicas del territorio
- Fortalecer las capacidades de los entes territoriales y mejorar la información disponible en las entidades territoriales y el Ministerio del Interior para facilitar la toma de decisiones en los procesos de consulta previa, el licenciamiento ambiental y la ejecución de proyectos de inversión social
- Diseñar un plan operativo para materializar este Pacto y su contenido teniendo en cuenta como mínimo, las siguientes líneas estratégicas:
- Garantías de los derechos Sociales, Culturales, Económicos y Ambientales
- Asegurar la viabilidad de los proyectos en sus respectivas etapas
- Participación y Consultas a través del diálogo genuino y vinculante
- Sostenibilidad y seguridad de los territorios y los proyectos FNCER
- Reactivación Económica
- Empleabilidad
- Seguridad
- Inversión Social y Desarrollo Social Integral
- Comunidades Energéticas
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Hay que decir que la coordinación y el seguimiento de este plan se realizará en el comité tripartito que dirige el Ministerio de Minas y Energía, con la articulación y garantía de la Gobernación.
Según el Pacto, podrán adherirse nuevos actores que reconozcan este instrumento para el fortalecimiento del relacionamiento social y ambiental, y la construcción de visiones compartidas sobre el desarrollo de la región.
Vale aclarar que el pacto por la transición energética no constituye un contrato ni genera obligaciones, es una declaración de intención para poner todos los esfuerzos de los actores en función del buen relacionamiento entre comunidades, empresas y Estado para avanzar en la transición energética en el departamento de La Guajira (Colombia).
