Apenas ha pasado una semana desde la entrevista de Marelbys Meza en la que dijo que se le realizó una prueba de polígrafo por la pérdida de dinero en efectivo en la casa de Laura Sarabia. Sin embargo, el escándalo alcanzó nuevas proporciones, llevando, incluso, a que se congelen los debates de las reformas políticas.
En la noche del domingo 4 de junio, la Revista Semana publicó una serie de audios en los que se escucha a Armando Benedetti, exembajador de Colombia en Venezuela. Los audios de Benedetti se convirtieron en un nuevo golpe para la ya disminuida gobernabilidad de Petro.
Y, aunque aún no se conoce la magnitud del impacto -porque hay varias preguntas que solo la investigación responderá-, es clara la crisis de la institucionalidad que generan los audios de Benedetti.
¿Cómo queda la gobernabilidad de Petro con los audios de Benedetti?
Laura Lizarazo, analista senior de Control Risks, asegura que “las afirmaciones del exembajador Benedetti suman elementos para una reacción institucional aún más minuciosa. Lo esperable es que se dé con el máximo rigor, celeridad e independencia, dada la gravedad el caso”.
El analista Alberto Bernal explica que los audios de Benedetti “disminuirán la gobernabilidad sin duda alguna”. Y apunta a que, como en efecto pasó, el golpe se sentirá en el Congreso. “Entre más débil este Petro, menor probabilidad de que pasen sus reformas”, sentencia.
Añade que “eso lo celebra el peso colombiano”, que se valoriza frente al dólar. Esto, como explicó el Bank of America tras su visita a Colombia en abril -antes del escándalo actual-, porque el hecho de que se “diluyen sustancialmente debería traer tranquilidad a los mercados”.
En esa misma línea, Carlos Andrés Arias, docente de la Universidad Externado y experto en Comunicación Política, explica que la decisión de Racero hará que, al menos las reformas pensional y laboral, tendrán que presentarse en la siguiente legislatura.
Arias resalta que, al corto plazo, la decisión de David Racero de congelar la discusión de la agenda legislativa “es inteligente”. Sin embargo, asegura que “dilata la discusión. Va a ser más complejo, porque en la próxima legislatura estaremos en elecciones”.
“Podríamos ir hasta 2024 con las reformas laboral y pensional, e incluso, a la salud. Porque estamos en año electoral. Si fuese posible, quedarían tres meses para el debate de las reformas planteadas”, sentencia.
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Más allá de las reformas: un gobierno dedicado a defenderse
Sin embargo, no se trata solo de las reformas. Los analistas consultados coinciden en que el escándalo de los audios de Benedetti se podría convertir en el eje del Gobierno, teniendo que defenderse de las acusaciones.
“Lo que deja ver es que este gobierno, si no actúa rápidamente, caiga en un proceso 8.000 más poderoso”, sentencia Arias.
Y así lo expresa Yann Bassett, profesor de Ciencia Política en la Universidad del Rosario: “Con este escándalo, el Gobierno tendrá que gastar su energía en defenderse y el Congreso no tendrá interés en caminarle con las reformas. Hubo un espectro del gobierno de Samper que perdió el control de su agenda por el proceso 8.000, teniendo que dedicarse a defenderse. Es un poco lo que podría pasarle a Petro”.
En efecto, esa ha sido la postura del presidente Gustavo Petro. Desde la mañana de este lunes, a través de Twitter, ha defendido el actuar de su gobierno, volviendo sobre la tesis de un “golpe blando” en su contra.
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“No solo buscan impedir que el gobierno del cambio presente la terna fiscal, que saben será una terna contra la impunidad, sino que buscan el camino que sufrió Pedro Castillo (en Perú)”, escribió el presidente.
También lo han hecho otros funcionarios de alto nivel. “Era de esperarse que la derecha no se iba a quedar quieta mirando cómo gobernamos en favor del Cambio para Colombia. Toda la vida manipularon y engañaron al pueblo para mantenerse en el poder”, dijo Francia Márquez, vicepresidenta de Colombia.
Aun así, Arias aclara que no se puede hablar de un golpe blando porque “es una crisis interna generada por su círculo más cercano”.
Sobre esto, Laura Lizarazo resalta que Petro ha tenido que invertir “recursos limitados y valiosos (tiempo, visibilidad, capital político) en esclarecer situaciones confusas. En disipar dudas y defender su agenda. El gobierno ha perdido de vista lo estratégico y estructural por atender lo coyuntural y mediático”.
Esa defensa de lo coyuntural, añade Lizarazo, “ha jugado en contra de su gobernabilidad y ha limitado su capacidad de producir resultados de política pública notorios”.
Bassett asegura que será muy difícil, en medio del escándalo, convencer a la opinión pública de que se trata de un complot. E insiste en que aún falta ver cómo evoluciona el escándalo de los audios de Benedetti. Pero concluye que a Petro se “le complica mucho la gobernabilidad y la credibilidad frente a la opinión pública”.
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