Las relaciones diplomáticas entre Colombia y Chile cumplieron 200 años este 2023 y, todo parece indicar, que se estrecharán aún más debido a la cercanía ideológica de ambos gobiernos.
De hecho, la experiencia chilena en la transición energética puede ser clave para la implementación de la práctica en Colombia.
Así lo consideró Stephanie Galindo, subdirectora ejecutiva de la Cámara de Comercio e Industria Colombo Chilena.
En entrevista para Valora Analitik, Galindo recorrió la actividad comercial entre ambos países entre 2022 y 2023 y señaló que Colombia es un mercado muy importante para la llegada de pequeñas y medianas empresas chilenas.
¿Cuál es su análisis sobre el comercio bilateral Colombia-Chile este año?
Chile es uno de los principales socios comerciales de Colombia en la región y eso da como resultado que existan unas relaciones a nivel comercial y políticos bastante estrechas que van más allá de los cambios de gobierno.
Vale recordar que este año tuvimos la conmemoración de los 200 años de relaciones diplomáticas, un período en el que se ha generado mucha cercanía.
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Estas relaciones comerciales se han ido reforzando a través de diferentes tratados comerciales, como el de libre comercio entre ambos y la Alianza del Pacífico.
En cuanto a balance, de exportaciones desde Colombia hacia Chile, que para 2022 representaron el 2,8 % de las ventas al exterior de Colombia.
Mientras que, para las importaciones chilenas a Colombia fueron el 1,3 % del valor total.
Eso quiere decir que la balance comercial de Colombia es superavitaria.
No obstante, considero que aún hay mucho por hacer, hay que reforzar la importación de otros productos muy importantes para Chile y que se pueden aprovechar mejor acá en Colombia.
¿Qué se espera del comercio bilateral para lo que resta de 2023?
Espero que para este 2023 se sigan profundizando las relaciones comerciales.
Se prevé que Colombia siga exportando a Chile principalmente combustibles, aceites y minerales; mientras que las importaciones desde Chile a Colombia sigan creciendo enfocados en productos comestibles, madera, carbón y cobre.
Por otro lado, ¿cuál es el balance de la Cámara Colombo Chilena en lo que va de 2023?
Hay un escenario de incertidumbre, que es innegable, no solo en Colombia, si no a nivel global.
Sin embargo, hemos percibido que existe un importante interés de las empresas chilenas en invertir en Colombia, pese a la incertidumbre con el tema económico, político y las reformas en curso.
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Hemos visto que ya pasó el ‘boom’ de las grandes empresas chilenas invirtiendo en Colombia, como el Grupo Falabella o Cencosud, y ahora lo que estamos experimentando ahora es el interés de empresas medianas, pequeñas o startups de invertir en el país.
Colombia sigue siendo un mercado muy atractivo por el tamaño de su mercado, el número de población y por la industria descentralizada.
¿Qué se viene para la cámara en lo que resta de año?
La idea es seguir potencializando nuestros servicios y apoyo para las empresas chilenas, así como la realización de eventos con énfasis en el networking que permitan gestionar contactos de valor para nuestros afiliados.
Los procesos que vive Chile de reformas, ¿pueden asustar a un empresariado más conservador?
Chile tiene un sistema político y una institucionalidad fuerte que va más allá de cualquier cambio político que pueda haber, como se ha experimentado estos últimos años.
Hay un descontento generalizado y eso se vio evidenciado en el estallido social de 2019 frente a los temas pensionales, de salud y de educación, que son las tres grandes reformas que se han buscado implementar aquí también en Colombia.
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Tanto Chile como Colombia están en escenarios un poco similares, porque aquí también se ha visto un descontento precisamente de estos temas.
No obstante, considero que las instituciones y garantías son muy fuertes y permiten que Chile siga siendo un país estable y atractivo para la inversión extranjera.
¿Considera que la cercanía ideológica entre los gobiernos actuales puede fomentar aún más el comercio en los próximos años?
La cercanía ideológica va a ser que las relaciones se sigan estrechando mucho más y va a ser que exista una agenda política y económica en común.
Seguramente, entre los temas conjuntos de ambos gobiernos estarán los temas sobre la crisis climática y su lucha para prevenirlo y también todo lo de la transición energética.
Pienso que la experiencia chilena en transición energética puede aportar mucho a lo que el Gobierno quiere implementar aquí en Colombia.
