Andrés Canela, gerente general de la constructora colombiana Schrader Camargo, empresa a la que llegó en el 2014 para buscar resolver problemas generales del sector constructor.
La constructora cumple 60 años de presencia en segmentos como energía e infraestructura y, según Canela, su objetivo todos los días es buscar las mejores soluciones para sus clientes generando ganancia y valor para sus propios accionistas.
Llamó la atención sobre que Schrader Camargo está dentro de las 949 empresas que tienen más de 50 años de constitución ante la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB) de un total de 500 mil registradas.
En entrevista con Valora Analitik, el empresario destacó que el 10 % del empleo y el 8 % del PIB en el mundo están ligados al sector construcción, con la característica de tener una alta rotación.
Desde Schrader Camargo, dijo, se han dado a la tarea de cambiar la forma en que una constructora funciona para resolver los problemas de los clientes del sector industrial y esa tarea la están haciendo poniendo la mayor capacidad en mejorar los índices de productividad centrada en las necesidades del cliente.
“Nosotros nos vemos como la compañía que es capaz de resolver los problemas más complejos a los clientes en el mundo de la construcción industrial, ahora nosotros estamos metiéndole más capacidad al tema de la productividad en la mano de obra”, relató.
Buscando esa mejor productividad, la empresa tomó la pandemia como una oportunidad para revisar su estructura y la forma de ejecutar sus procesos, así como las funciones de los ejecutivos y del esquema de productividad.
De esta manera, dijo que ya la constructora está arrojando resultados como que el tiempo de valor agregado en las obras ha mejorado del 28 % al 34%, “si usted lo mira en la compañía que hace tres millones de horas hombre al año, que son las que hicimos el año pasado, entonces eso son 6 % de tres millones, son 180 mil horas hombre que pudimos poner a trabajar, que antes, la gente no es que no los trabaje, sino que por cuenta de todas nuestras ineficiencias no eran de valor agregado”.
Una de las maneras para medir esos resultados es usar el indicador denominado Net Promoter Score (NPS), que es una métrica que básicamente se ha vuelto medio estándar en el mundo para medir la motivación.
El NPS de Schrader está en 75 puntos, mientras que la media en la industria de construcción es de 48 puntos, “ahí lo estamos logrando, y lo estamos viendo cada seis meses, pero vamos a ver una diferencia clara, en cómo nuestra forma de trabajar, nuestra cultura, está empezando a pegarle al ánimo de la gente y al compromiso de la gente”, dijo.
“Hemos logrado también -agregó- que la productividad de la mano de obra en la sede haya mejorado desde cuando arrancamos a hoy, en un 23%, eso me lo sé porque lo vimos en el cierre del trimestre, entonces el plan va a funcionar”, le dijo Canela a Valora Analitik.
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Tenemos nuestra propia regla fiscal
En la entrevista, el ejecutivo reveló que dentro de la constructora Schrader Camargo se estableció lo que llamó su propia regla fiscal.
“Nos pusimos una meta, como una regla fiscal, decíamos, nosotros no podemos tener más una relación deuda sobre patrimonio superior a 15 %, y ahí tiene que aguantar, eso nos ha puesto un límite al crecimiento, nosotros solo podemos ver crecer, una vez llegamos a ese número, a la velocidad que crece el patrimonio”, detalló.
Entre los argumentos para defender esa teoría, Canel dijo que, al final, la sostenibilidad del negocio queda comprometida si llegan demasiados proyectos porque el otro elemento que limita el crecimiento es que el costo marginal de hacer un proyecto, que rápidamente se vuelve creciente, entonces hacer un proyecto más, es cada vez más caro, porque limita la capacidad de control, la capacidad de cotizarlo con el dinero que se requiere y la capacidad de tener al cliente atendido como uno quiere.
A pesar de eso, dijo, hemos crecido para reportar ventas en el 2021 por $50 mil millones y este año 2023 proyectar vender algo más de $200 mil millones. En el 2022 las ventas fueron $123 mil millones.
El plan de 2023 contempla seguir siendo fuertes en el sector energía con proyectos como Hidroituango y Termocalendaria, así como proyectos para Claro y Peldar.
Sobre negocios por fuera de Colombia, Andrés Canela, dijo que Schrader Camargo está trabajando en República Dominicana en la expansión de una mina de oro de la minera Barrick en un proyecto que tiene total de inversión de US$3,7 billones.
Trabaja también en las obras civiles de una gran planta de producción de bebidas en la zona de Palmar de Varela en el departamento del Atlántico, así como con Smurfit Kappa en el departamento del Valle del Cauca.
Sus negocios están en los segmentos de construcción pesada para clientes de energía, minería, petróleo y gas, y con base en ello no se dedican a vías o construcción de edificaciones.
Enfrentar altas tasas en inflación
En un escenario de alta volatilidad del dólar, altas tasas de interés y alta inflación, la empresa previó esos riesgos para el negocio y desde hace varios meses estableció coberturas cambiarias y coberturas de precio para las materias primas, reveló Canela.
Gracias a eso, dijo, la empresa tiene muy “bajo costo financiero” porque de $100.000 millones de activos apenas tiene $3.000 millones en deuda.
Esas decisiones, al final del día, buscan que la volatilidad del margen del negocio sea la mejor posible.
Con eso de base, Schrader Camargo estima generar una ganancia neta estimada en $13.000 millones en todo el 2023 superando los $7.000 millones registrados en el 2022.
De ese margen generado, la empresa reinvierte todas sus ganancias para hacer crecer a la empresa, “nada de las ganancias de la empresa se va a sacar para los socios al menos hasta el 2025”, reveló.
De la utilidad de 2022, dijo Canela, alrededor del 17 % se irá este año para inversión en tecnología, desarrollo e innovación con un equipo interno.
Y, sumado a ello, una de las estrategias de retención de talento es que sus 1.400 empleados tienen participación de las ganancias de cada año.
“La idea de negocio no es vender la empresa, sino que sea una buena empresa para los empleados”, aseguró a Valora Analitik.
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Hidroituango y otros temas álgidos
Hidroituango ha sido el proyecto bandera de Schrader Camargo en los años recientes y la empresa se presentó para la segunda fase que EPM abrió en semanas anteriores.
La terminación de las turbinas 3 y 4 de Hidroituango y su respectivo encendido está estimada para este año, el cronograma del proyecto es que ambas entren en operación entre octubre y noviembre de 2023 lo cual fue confirmado la semana pasada por el gerente de EPM.
El ejecutivo desestimó las múltiples críticas que se han dado en contra de la empresa por su participación en el proyecto de Hidrotuango. “Son tremendamente injustas porque nosotros allá estamos haciendo patria”.
Schrader Camargo fue el único proponente en la primera licitación que lanzó EPM para la segunda fase de ese proyecto y eso le acarreó acusaciones en cuanto a su relacionamiento con los gobiernos de Medellín y Antioquia a los que supuestamente les ofrece dinero para quedarse con el proyecto.
Andrés Canela rechazó esas acusaciones y dijo que, al menos, otras cinco empresas se podrían haber presentado al proceso de licitación pública, pero no lo hicieron.
“Si usted suma todos los megas que ha construido (Schrader Camargo) suman 9.000 de los 21.000 que hay en Colombia, hemos trabajado en todas, pero sale este contrato y quieren que no participemos porque algunas personas no quieren”, advirtió el ejecutivo.
Si este proyecto se atrasa un año en su fase dos le puede costar a EPM entre $1,7 billones y $4 billones, por eso, dijo Canela, la empresa no se puede dar el lujo de no participar para sacarlo adelante.
Sumado a ello, se debe tener en cuenta el costo directo que implicaría para los usuarios el aumento en las tarifas que verían reflejadas en su factura.
A pesar de todas las voces en contra, Canela destacó el trabajo de su empresa y de otras como EPM, General Electric y el de miles de empleados que arriesgaron sus vidas para prender los generadores y evitar un derrumbe.