China reportó este miércoles 10 de mayo una variación en la inflación de 0,1 % para abril, siendo la más baja en dos años desde la pandemia.
Esto se puede tomar como una sorpresa ya que economistas encuestados por Reuters esperaban que los precios al consumidor subieran un 0,4 % respecto al año anterior y se mantuvieran sin cambios respecto a marzo.
Pues, durante ese mes se redujo al 0,7 % después de marcar un pico reciente del 2,8 % en septiembre como señala CNBC. Mientras que, el Índice de Precios al Productor en China cayó un 3,6 %.
Ese es un marcado contraste con los últimos datos de inflación de Estados Unidos que mostraron que los precios al consumidor aumentaron un 4,9 % en abril, disminuyendo a raíz de los esfuerzos de la FED para controlar la inflación aumentando las tasas 10 veces consecutivas.
“La inflación se ha moderado en gran medida en China luego de su reapertura, lo que llevó a los observadores del mercado a cuestionar si la segunda economía más grande del mundo se dirige hacia la deflación” expresó la economista de China del Bank of America, Helen Qiao.
“Casi parece que cuando a los principales bancos centrales les resulta difícil domar a la bestia inflacionaria, el Banco Popular de China habría ocupado un lugar destacado en el cuadro de mando del control de la inflación”, escribió.
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Qiao agregó que el país ha logrado mantener la tasa de inflación del índice de precios al consumidor en un promedio de 1,8 %, que está cerca de la lectura promedio más baja de 3 años desde 2003.
Por otro lado, economistas de Standard Chartered expresaron: «esperamos que la inflación subyacente de China aumente por encima del 2 % interanual a finales de 2023 gracias a la continuación de la recuperación económica, menos de lo que esperábamos inicialmente debido a la atonía de la economía en medio de la desaceleración mundial».
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