A partir del 12 de mayo, el gobierno de Estados Unidos implementará una nueva política migratoria para las personas que intenten ingresar al país por la frontera terrestre y/o soliciten asilo, ya que el Título 42, una norma sanitaria que permite la expulsión en la frontera del país llegará a su fin este 2023.
El Departamento de Justicia anunció que el Título 42 se eliminará el 11 de mayo, tras haber expulsado más de 2.5 millones de personas desde marzo de 2020.
¿Qué implica el Título 42?
Es una política de salud pública creada durante la pandemia del COVID-19 en marzo de 2020 durante la administración de Donald Trump, con el objetivo de prevenir la propagación del virus.
Esta medida autoriza a las autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) a deportar rápidamente a los migrantes que puedan representar un riesgo para la salud en las fronteras terrestres de EE.UU.
Según la CBP, las personas detenidas no son retenidas en áreas concurridas y se deportan inmediatamente a su país de último tránsito, generalmente Canadá y México, excluyendo a los menores migrantes no acompañados.
El secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas, informó que después de la cancelación del Título 42, la frontera permanecerá cerrada y el gobierno estadounidense deportará a extranjeros sin causa legal de manera rápida bajo el Título 8 de la Ley de Inmigración (INA).
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A partir del 11 de mayo, cuando finalice el Título 42, las autoridades migratorias implementarán el Título 8, que históricamente ha regulado la inmigración en EE. UU. y tendrá consecuencias adicionales para la migración ilegal.
La asistente del presidente Joe Biden en temas de migración, Katie Tobin, explicó que el levantamiento de la medida «aumentará las penalidades para las personas que crucen», incluyendo una prohibición de cinco años para volver a ingresar al país y el riesgo de enfrentar procesos penales por intentos repetidos de cruzar irregularmente.
Migrar a Estados Unidos de manera segura
Desde el 12 de mayo se establecerán centros de procesamiento en el continente. En principio se abrirán en Guatemala y Colombia, pero se podrán extender a otros países para establecer facilidades adicionales.
Los migrantes tendrán una evaluación inicial con especialistas para ser referidos a programas de reasentamiento de refugiados y otras vías legales de llegada a EEUU.
