El jueves en la noche, el Consejo de Estado hizo un anuncio inesperado: dejó sin curul a Roy Barreras por doble militancia.
En marzo de 2022 fue elegido para ser senador con el aval del Movimiento Alianza Democrática Amplia (ADA), que hace parte del Pacto Histórico. Sin embargo, hizo campaña cuando permanecía en una curul a la que había llegado con el partido de La U.
Aunque Barreras fue expulsado del partido de Dilian Francisca Toro en noviembre de 2020, sin perder la curul, el Consejo de Estado consideró que había cometido doble militancia. Esto, porque consideró que debió dejar su curul, a más tardar en marzo de 2021, puesto que la había conseguido con el respaldo de otro partido.
No fue un revés menor. Roy Barreras, quien se acercó a Gustavo Petro durante la campaña electoral de 2022, era una ficha clave del Pacto Histórico en el Congreso. Era el presidente del Senado y, entre otras, tenía la tarea de definir la agenda de los temas a discutir. Un puesto clave en un momento en el que el Gobierno quiere impulsar su paquete de reformas.
Quién es Roy Barreras en el Pacto Histórico
La cercanía de Roy Barreras y de Gustavo Petro empezó cuando ambos compartían espacio en el Congreso. Petro volvió al Senado en 2018, al recibir una curul por ser el segundo en las elecciones presidenciales, como lo define el estatuto de oposición.
Barreras, que en 2023 ajustó 17 años en el Congreso, se había convertido en un acérrimo defensor del Acuerdo de Paz que había firmado Juan Manuel Santos con la exguerrilla de las Farc. Esa cercanía a la paz, lo acercó a Petro a la vez que lo alejó de su partido, La U.
Durante el gobierno del ahora expresidente Iván Duque, La U respaldó en varios momentos claves al mandatario. Esto, a pesar de los reparos de Barreras. Ese quiebre interno llevó a que, en noviembre de 2020, La U expulsara a Barreras y a Armando Benedetti.
Pero la expulsión, lejos de acabar su carrera política, la impulsó hacia la izquierda. Al término del periodo 2018 – 2022, Barreras anunció su aspiración presidencial. Quería ser candidato recolectando firmas, con el movimiento La Fuerza de la Paz (que este año recibió la personería jurídica como partido), y medirse en una consulta interna con los otros candidatos del Pacto, como el mismo Petro y Francia Márquez.
No obstante, poco un mes antes de la consulta, luego de un debate en Caracol con los precandidatos presidenciales del Pacto Histórico, Roy Barreras renunció a su candidatura. Y anunció su respaldo a Petro.
Con la elección de este como presidente y de Barreras en el Congreso, el Ejecutivo y el Legislativo se unieron. La experiencia política de Barreras, y sus posturas más aplacadas a diferencia de otros congresistas del Pacto, le valieron la elección como presidente del Senado.
Y, a pesar de que tuvo choques dentro del mismo Gobierno -como pasó con sus críticas a la reforma a la salud de la exministra Carolina Corcho-, logró sacar adelante importantes proyectos para el petrismo, como el Plan Nacional de Desarrollo y la reforma tributaria de 2022.
Sin embargo, ese respaldo clave a Petro en el Congreso frenó abruptamente con la decisión del Consejo de Estado.
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Una larga vida política
Esa facilidad para moverse en los pasillos del Capitolio va de la mano de una larga experiencia. Roy Barreras, quien es médico de profesión, llegó al Congreso en 2006. Lo hizo con el aval de Cambio Radical -partido al que llegó luego de militar en el liberalismo- y en la otra punta del espectro político.
Para ese momento, Roy Barreras se convirtió en uno de los principales defensores del entonces presidente Álvaro Uribe Vélez. Incluso, este es el padrino del hijo de Barreras, quien nació en 2009.
En 2010, hizo campaña por Juan Manuel Santos, quien, siendo exministro de Defensa, prometió continuar con el trabajo que inició Uribe en 2002. Sin embargo, el deseo de Santos por alcanzar la paz con las Farc, lo llevó a distanciarse del expresidente antioqueño. Y Barreras decidió seguirlo.
Durante los 8 años de mandato de Santos, Roy Barreras se convirtió en uno de sus principales defensores. E, incluso, llegó a ser parte de la delegación del Gobierno Nacional en los diálogos de La Habana con las Farc.
Pero ahora, su carrera está en pausa. Solo el tiempo, y los recursos judiciales que prometió instaurar, definirán cuál será el futuro del experimentado político que ha sido cercano a casi todos los presidentes colombianos del siglo XXI.
