También fue el 1 de mayo, pero de 1936, y también fue desde un balcón de la Casa de Nariño, el que da a la Avenida Séptima: el entonces presidente, Alfonso López Pumarejo, ratificó la necesidad de que su mandato, que arrancó en 1934, se soportara sobre la “Revolución en Marcha”, recuerda el historiador Felipe Arias Escobar.
Exactamente 87 años después, el presidente Gustavo Petro, pero desde el balcón de la entrada principal de la Casa de Nariño, parafraseó a López Pumarejo para referirse a lo que, a su juicio, debería ser la “revolución” que atraviese a Colombia.
La Revolución en Marcha la condicionó López Pumarejo, según los archivos del Banco de la República, a la modificación de la Constitución que traía el país desde 1886. Cambios que tenían por objeto dar las bases de un Estado servicial, preocupado por los intereses de los ciudadanos, más intervencionista y que privilegiara los derechos sociales sobre los individuales.
La revolución a la que hizo referencia el presidente Petro, este 1 de mayo de 2023, se condicionó a la “urgencia” de aprobar las reformas sociales (la agraria, la pensional, laboral y a la salud) que hacen su tránsito por el Congreso.
Referencias a la revolución del presidente Gustavo Petro en su discurso
Advirtiendo que un posible intento de “coartar las reformas podría llevar a una revolución”, el presidente Gustavo Petro insistió en que Colombia debe sopesar la necesidad de un cambio sustancial.
“Las reformas pueden llevar a una revolución, el intento de coartar las reformas puede llevar a una revolución. Lo que se necesita, de cualquier manera, es que el pueblo esté movilizado”, dijo el presidente Petro.
Las modificaciones que en 1936 se hicieron a la Constitución, llevaron a que el expresidente López Pumarejo dictara línea sobre lo que debía ser el respeto por la propiedad privada en Colombia, sin dejar de lado “una función social que implica obligaciones”, se lee en el archivo del Banco de la República.
Entre los puntos que despertaron debate en el discurso del presidente Gustavo Petro, el futuro de la tenencia de tierras, dentro de los Acuerdos de Paz, volvió a marcar la agenda del mandatario.
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“La tierra es para el que la trabaja, la tierra tiene un función social y ambiental. La tierra no es para un grupo de herederos de los feudales y los esclavistas”, dijo el mandatario desde el balcón.
Las reacciones al discurso de Gustavo Petro
El llamado a volver a encontrar consensos y no polarizar, en el marco de lo mencionado por el presidente Gustavo Petro, fue el más recurrente entre opositores políticos y empresarios.
El ex vicepresidente, Germán Vargas Lleras, calificó el discurso como uno de “inmensa gravedad”.
Lo anterior pues cree, dice Vargas Lleras, está compuesto de “una retórica dictatorial llena de falacias, amenazas y egocentrismo. Se sabía que Petro no iba a respetar las instituciones ni la democracia. Esperemos que su contundente fracaso gobernando le impida robarse el poder”.
Víctor Muñoz, director del Departamento Administrativo de Presidencia en el gobierno Duque, aseguró que “después del discurso desde el balcón de Gustavo Petro, en donde amenaza la democracia, la institucionalidad, el empresariado, a los ciudadanos y al país, es indispensable que más allá de las diferencias profundas que se tengan trabajen de forma unida”.
Del lado de los empresarios, el presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, pidió tener en cuenta los efectos que tiene la polarización en medio de la discusión de las reformas en el Congresos.
“Todas las polarizaciones producen daño, parten de la estigmatización de quien representa ideas contrarias, deslegitimándolo y descalificándolo. La polarización es el gran enemigo de la Paz, de los consensos y en muchos casos ha sido el caldo de cultivo de violencias”, aseguró Mac Master sobre lo dicho por el presidente Gustavo Petro.
Al tiempo que León Valencia, analista, y politólogo, explicó que el foco del discurso del presidente Gustavo Petro estuvo en mantener la necesidad de los cambios a través de las reformas. Agregando que el discurso se preocupó por ganar al Partido Liberal para materializar “los cambios del país aislando a César Gaviria”.
Recuerda el Banco de la República que, meses después de aquel discurso desde el balcón de la Séptima, López Pumarejo tuvo que ponerle “pausa” a su Revolución en Marcha: la oposición de los partidos políticos le impidió avanzar en los cambios estructurales.
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87 años después, a días de la salida de siete ministros, y el fin de la coalición política, el nuevo ministro del Interior del Gobierno Petro, Luis Fernando Velasco, dijo que en la semana que viene no se va debatir la reforma a la salud, mientras se establecen los nuevos consensos con congresistas y partidos políticos: La prioridad será no poner en riesgo los cambios sociales.
