Ante la probabilidad de la llegada del fenómeno de El Niño para el segundo semestre de 2023, es importante que los diferentes sectores tomen prevenciones que ayuden a mitigar los impactos que tiene dicho acontecimiento.
Esto teniendo en cuenta que, por las condiciones climáticas, hace que trabajos en las diferentes áreas no puedan ejecutarse y así afectar su producción.
En ese sentido, uno de los sectores que se puede ver más afectado es el de la pesca, ya que El Niño hace que las temperaturas superficiales del Océano Pacífico sean mayores a las normales, haciendo que aumenten las sequías y las malas cosechas en zonas extensas.
Afectaciones en la pesca por el fenómeno del Niño
Durante El Niño, las corrientes de agua se reducen significativamente, y con ellas el aporte de minerales a las capas donde habita el plancton.
Dado que la vida en el mar depende de estos organismos microscópicos y que éstos requieren a su vez de los minerales disueltos, toda la cadena alimenticia del Pacífico se ve afectada.
Esto tiene como consecuencia afectaciones en la disponibilidad de peces, crustáceos y moluscos, ya que es menor que durante dicho periodo, lo que ocasiona una reducción en el rendimiento de las pesquerías.
Bajo ese contexto, en el portal web de subpesca.cl explican que durante El Niño los peces se mueven de un lugar a otro en busca de condiciones más adecuadas para su sobrevivencia, algunos desaparecen de su zona de distribución u otros aparecen en nuevas zonas donde antes no estaban, incluyendo paralelamente eventos de mortalidad masiva por varamientos de ellos.
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Otra de las consecuencias son los varamientos de peces, como sardina en La Araucanía y anchoveta en Antofagasta, producto de la presencia más superficial de las masas de agua con poco oxígeno (usualmente a mayor profundidad) que atrapa a los peces en la zona costera produciendo su varamiento.
Esto producto de las condiciones de temperatura del agua del mar actuales, muy por sobre los promedios históricos, estos eventos han aumentado en intensidad y frecuencia provocando daños ambientales en la zona costera, contaminando playas, sectores de secado de algas, y zonas turísticas.
«Todo esto nos lleva a la necesidad de contar con sistemas de monitoreo continuo de las condiciones ambientales y climáticas a nivel nacional. Esta recomendación, junto a otras observaciones, han sido recogidas en el Plan de Adaptación al Cambio Climático sector Pesca y Acuicultura, desarrollado por nuestra institución en conjunto con FAO”, explican en el portal web de subpesca.cl.
