El viernes fue la «súper asamblea» de Sura. Los ánimos llevaban más de una semana caldeados desde el 21 de marzo, cuando Nutresa realizó su asamblea ordinaria. Ese día se suponía que cambiaría de Junta Directiva. Sin embargo, una inesperada proposición evitó que esto fuera así.
La aprobación de esa propuesta, que amplió por un año el periodo de la Junta Directiva de Nutresa, llevó a que Argos y Sura tuvieran que convocar asambleas extraordinarias. Esto, porque, por una decisión de la Superintendencia de Sociedades emitió una decisión que bloqueaba que los representantes legales de Argos y Sura pudieran votar en las asambleas de Nutresa por conflictos de interés.
De ahí siguió una sucesión de citaciones y declaraciones, entre unos y otros, con incluso los empleados de Argos, Nutresa y Sura manifestándose e insistiendo en que los Gilinski actuaban de manera “poco transparente”. El punto culmen fue este viernes 31 de marzo en Plaza Mayor, en Medellín, en la súper asamblea de Sura.
La Asamblea Extraordinaria que no fue
Desde antes de las 7:00 a.m., a la entrada de Plaza Mayor había varias decenas de empleados, sobre todo, de Nutresa y de Sura. Con mensajes como “Amor por Nutresa” y “Así no es Gilinski” insistían en el mensaje que dieron durante toda la semana.
El movimiento al interior de Plaza Mayor empezó cuando, a las 7:55 a.m., los accionistas fueron llamados a ingresar a la primera asamblea extraordinaria.
Los ánimos se caldearon previo al comienzo de las reuniones, pero al interior de Plaza Mayor siempre se vio a los directivos de varias compañías del GEA sonrientes y confiados en que lo que estaba por suceder no estaría contra sus intereses.
Entre ellos se encontraban empresarios como Jorge Mario Velásquez (Grupo Argos), Juan David Correa (Protección), Ignacio Calle (Sura Asset Management) o Carlos Ignacio Gallego (Grupo Nutresa), entre otros.
Como una jugada fuertemente criticada, luego de que Grupo Sura citara a una asamblea extraordinaria a las 8:00 a.m., Jaime Gilinski pidió que se convocara a otra asamblea extraordinaria, pero a las 7:55 a.m. Es decir, cinco minutos antes.
En el orden del día estaba la elección de la Junta Directiva.
Sin embargo, cuando llegó la hora marcada, fueron pocos los accionistas los que hicieron caso del llamado. El quórum de la asamblea fue apenas de 1,08 %, poco más de 5 millones de acciones.
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Lo curioso es que ninguno de los Gilinski, ni el patriarca Jaime ni su hijo Gabriel, entraron al recinto. Los dos se quedaron en una sala privada del centro de convenciones de Medellín.
Al ver la falta de quórum, durante la jornada surgieron rumores de una supuesta negociación entre los Gilinski y el GEA. Sin embargo, en la tarde del viernes, cuando Plaza Mayor ya estaba vacía, Argos y Nutresa dijeron que eso no era verdad. Por el contrario, aseguraron que, si faltaron a dicha asamblea, fue para estar en la de las 8:00 a.m.
El pulso en la segunda asamblea extraordinaria
La segunda asamblea extraordinaria de Grupo Sura inició para que los accionistas de la empresa votaran sobre los posibles conflictos de los representantes legales del Grupo en las votaciones en las asambleas de Grupo Nutresa y Grupo Argos.
La proposición dispuesta para votar fue similar a la del Grupo Argos, el pasado jueves 30 de marzo. El orden del día señalaba que los accionistas debían decidir sobre los conflictos de interés de los representantes legales.
También para decidir y ratificar el ejercicio del voto por parte de los representantes legales del Grupo de Inversiones Suramericana en pasadas reuniones de la Asamblea General de Accionistas de Grupo Nutresa y Grupo Argos, tanto en asambleas ordinarias o extraordinarias.
Antes de que se votaran las proposiciones al respecto, hubo intervenciones que mostraron que en esa reunión se estaba luchando por el control de Sura.
Las intervenciones
Néstor Camilo Martínez, abogado en representación de Nugil (e hijo del exfiscal Néstor Humberto Martínez), anunció que votaría en contra al no conocer el sentido del voto de los representantes legales de Grupo Sura.
Su intervención, que marcó el tono de las intervenciones de los representantes de los Gilinski, generó una dura respuesta del presidente del Grupo, Gonzalo Pérez.
“Tenemos facultades legales y una de esas es cuidar los intereses de la compañía. No tiene ningún sentido”, dijo respecto a las declaraciones de Martínez. Maximiliano Londoño Arango, abogado representante de los accionistas de Sura, por su parte, preguntó para qué “maniatar a los representantes legales” en las asambleas de Argos y Nutresa.
“Yo no veo ninguna hipótesis en la cual a Grupo Sura porque Gonzalo (Pérez) o algún representante de la compañía no pueda votar. No se me ocurre cómo se puede beneficiar (Sura)”, dijo Londoño.
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Por su parte, Daniel Posse, abogado en representación de Nutresa, aseguró que “lo que ha venido ocurriendo con las actuaciones judiciales, que a través de medidas cautelares buscan coartar, eliminar restringir el derecho de voto, es abiertamente inconstitucional”.
El sentido discurso de Carlos Raúl Yepes
En un momento, el expresidente de Bancolombia, Carlos Raúl Yepes, tomó la palabra. Lo hizo con un sentido discurso en el que empezó asegurando que había comprado solo una acción a comienzos de la semana para participar en la súper asamblea de Sura.
“Vale tanto mi acción como la de Gilinski y su grupo. Quiero que sepan que no soy mandadero. Estaba en mi casa y veía lo que pasaba y lo veía con muchísima tristeza. Me sentía mal”, dijo.
Concluyó diciendo: “Si superamos el conflicto por Bancolombia después de 12 años, que terminó en una transacción donde no hubo ni ganadores ni perdedores, les pido que paremos esta guerra. Dénse la oportunidad de sentarse a entender qué está pasando”.
Las intervenciones en la segunda asamblea extraordinaria fueron el punto culmen del choque entre el GEA y los Gilinski por el control del Grupo Sura.
Mientras avanzaba el escrutinio de la votación, la alegría y respaldo de los accionistas presentes ante las palabras de Yepes cobraron fuerza, mientras que las intervenciones de los representantes de Gilinski eran silbadas o abucheadas en su gran mayoría.
Y el pulso en lo ganó el GEA, aunque fue en una votación reñida.
La primera propuesta, que habilitaba a los representantes legales a votar en las asambleas de Grupo Nutresa, fue aprobada con 266.403.332 acciones, 58,40 % de las acciones representadas, la propuesta fue aprobada. La segunda, que ratificaba las decisiones tomadas por los representantes legales, fue aprobada por 266.403.331 acciones.
El choque por el informe de fraude fiscal
Ignacio Cortés, managing director de la firma Kroll, y quien dirigió toda la investigación y auditoría sobre el presunto fraude contable en algunas de sus filiales, ratificó que no hubo fraude contable.
“No hay engaño deliberado, correo interno o información que insinuara alguna orden o instrucción de no revelar contratos con coinversionistas, ni al regulador ni al mercado. Kroll no identificó ocultación”, manifestó Cortés en la súper asamblea de Sura.
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En su conclusión, Cortés reiteró que Sura es un gran grupo “y reitero mi felicitación a sus accionistas y asambleístas”.
Ante esa intervención, el abogado Néstor Camilo Martínez, abogado en representación de Nugil, dijo que la firma Gran Thornton también realizó una revisión exhaustiva y comentó que según ese informe sí existía la obligación de presentar los acuerdos con los tres coinversionistas entre los años 2001 a 2014.
La foto del ESMAD
Mientras en el interior de Plaza Mayor, los accionistas discutían el futuro del conglomerado en la súper asamblea de Sura, afuera seguían manifestándose con vuvuzelas, consignas y pancartas empleados de las empresas antioqueñas.
Sin embargo, la manifestación, que era pacífica, se vio interrumpida por un hecho sin precedentes. Sobre las 10:40 a.m., un grupo de uniformados del ESMAD llegó a las instalaciones de Plaza Mayor.
Entre los empleados se sentía la indignación de que eso hubiera ocurrido. Una de ellas, con quien Valora conversó, se preguntó por qué estaba allí el ESMAD cuando se estaban manifestando de manera pacífica y sin bloquear calles ni hacer daño a las instalaciones del Centro de Convenciones.
Lo mismo dijo Oswaldo, un empleado de Sura, quien, además, aseguró que los uniformados solo estuvieron allí para tomarse una foto e irse inmediatamente.
Las palabras de Gilinski
El orden del día acabó con la aprobación de informes fiscales, así como de utilidades y del programa de recompra de acciones. Sin embargo, cuando parecía que ya todo estaba dicho, Jaime Gilinski tomó la palabra y se refirió a todo lo que había pasado. Su tono fue conciliador y pidiendo un fin de los conflictos.
Para empezar, el banquero caleño agradeció a “las personas que trabajan en Grupo Sura por el esfuerzo que han hecho. Quiero agradecer a Gonzalo (Pérez, presidente del grupo), a la administración y a la Junta Directiva por tantas horas de esfuerzo, porque ha sido un año difícil”.
También hizo referencia a las palabras de Carlos Raúl Yepes, asegurando que se ve “la fibra y el valor y la esencia de la persona”.
Gilinski también aprovechó para decir que desde su llegada había aumentado el valor de las acciones del Grupo Sura y para criticar el fracaso de la OPA del grupo árabe IHC por Nutresa.
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“Cuando hubo la oferta de IHC era un excedente por utilidad para Grupo Nutresa, que hubiera generado US$12.000 millones. Con esa plata se hubiera podido pagar toda la deuda, en la que las tasas de interés eran 5 %. Hoy las tasas de interés están por encima del 15 % y yo lo dije hace un año”, dijo.
Aunque el tono del patriarca de los Gilinski fue conciliador, no limó las asperezas en la súper asamblea de Sura. Esto, entre otros motivos, porque las intervenciones de sus apoderados no cayeron bien entre los accionistas minoritarios del GEA que, en todo caso, no terminan de creer en sus palabras.
El del viernes fue un capítulo y no el cierre de la historia. Este lunes, los accionistas de Grupo Nutresa se reunirán en el Country Club para decidir si tienen, o no, conflictos de interés. Y el 11 de abril, volverán a hacerlo, esta vez, para elegir Junta Directiva. De los resultados de esa asamblea dependerá quién quede con el mando de las joyas de la corona del GEA: si los antioqueños o los Gilinski.
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