Recientemente se desató en Colombia una crisis de las aerolíneas de bajo costo tras el cese de las operaciones de Viva y Ultra Air.
Aunque el problema pareciera de hoy, lo cierto es que desde que apareció la pandemia de la Covid-19 el sector aeronáutico fue uno de los que se vio más impactados y las repercusiones se siguen viendo, incluso, tres años después.
Avianca fue la primera aerolínea en Colombia en reportar su crisis financiera por los eventos anteriores, hecho que la obligó a iniciar un plan de estructuración empresarial y acogerse al denominado Capítulo 11 de Estados Unidos, o ley de bancarrota, en mayo de 2020.
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Ese mismo mes, la chilena Latam Airlines (con sus empresas en Chile, Perú y Colombia), que es en la actualidad la segunda más fuerte en el mercado nacional, siguió el mismo camino y se acogió a la norma estadounidense de manera oficial.
La crisis de las aerolíneas se mantuvo vigente por algo más de un año y medio. Avianca abandonó el Capítulo 11 en diciembre de 2021, una vez cumplió con el denominado acuerdo de conversión y contribución de capital, celebrado entre la compañía y algunas de sus subsidiarias con los financiadores del tramo B del proceso.
Para ese entonces, la empresa reportó que su salida de la Ley de Bancarrota le había permitido tener menos deuda y más de US$1.000 millones de liquidez.
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Latam, por su parte, tuvo un proceso más extenso que concluyó en noviembre del año pasado, mes en el que completó exitosamente su proceso de reorganización empresarial.
La aerolínea salió del proceso con más de US$2.200 millones de liquidez, unos US$3.600 millones menos de deuda en su balance y el apoyo de los principales accionistas actuales y nuevos.
Los casos de Easyfly y Sarpa
Desde el 31 de julio de 2020, Easyfly también había solicitado un proceso de reestructuración de sus deudas ante la Superintendencia de Sociedades, en medio de la coyuntura de la pandemia que dejó en tierra los aviones en el ámbito internacional. La compañía fue admitida el 24 de agosto de ese mismo año.
En marzo de 2021 la empresa informó que llegó a un acuerdo para la reorganización lo que le permitió continuar con su operación en Colombia.
En medio de la crisis de las aerolíneas, otro caso que apareció es el de Sarpa, una compañía que comenzó vender tiquetes el 25 de noviembre de 2021 hacia destinos como Aruba y Curazao, desde orígenes como Medellín y Barranquilla.
Al cabo de un año, la empresa informó que tuvo que tomar la difícil decisión de frenar sus destinos a los puntos internacionales por “la alta inflación, la volatilidad en la devaluación de la moneda, el alto costo de los combustibles”.
La crisis de aerolíneas ‘low cost’
Ahora bien, la crisis de las aerolíneas de bajo costo en Colombia es un fenómeno que tuvo un efecto más tardío frente a los primeros años de pandemia y que se aceleró con las dificultades macroeconómicas nacionales y mundiales del año pasado.
En el caso de Viva, al principio no se tuvo que recurrir a procesos de reorganización empresarial y, de hecho, el año 2021 representó un buen momento para la empresa con la renovación de imagen y la apertura de destinos internacionales como México.
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La crisis de Viva detonó entonces en 2022, cuando se desató en el mundo el conflicto entre Rusia y Ucrania que encareció significativamente los precios del petróleo y, por ende, los de los combustibles de la aviación, un elemento que representa el 40 % de los costos de funcionamiento de una aerolínea.
Sumado a los precios del petróleo, Viva también tuvo que lidiar con la devaluación del peso que fue recurrente el año anterior en medio del año electoral en Colombia. Y es que es importante tener en cuenta que tanto el arrendamiento de aviones como otras deudas de la empresa se adquieren en dólares, lo que encareció más sus pasivos.
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Viva se mantuvo en pie hasta el pasado febrero 27, día en el que cesó por completo su operación en Colombia y Perú recibiendo varias sanciones y auditorías por la afectación al mercado aéreo nacional.
La integración Avianca y Viva Air comenzó en agosto de 2022 ante la Aeronáutica Civil con el objetivo de dar solución a la actual crisis financiera de la empresa de bajo costo. La autoridad determinó este 21 de marzo que aprobaba la unión, pero bajo ciertas condiciones, las cuales están siendo estudiadas por las empresas.
Las novedades con Ultra Air
En febrero de 2022 la aerolínea Ultra Air, del empresario William Shaw, comenzó operaciones en Colombia bajo la apuesta en el mercado de bajo costo en el sector aeronáutico.
En los primeros doce meses de operación, a empresa realizó más de 12.000 vuelos en 17 rutas desde y hacia las 10 principales ciudades del país en el último año. Esta operación generó 354 empleos directos y más de 1.200 empleos entre indirectos e inducidos.
Durante su primer año de operación, la aerolínea colombiana Ultra Air movilizó más de 1,8 millones de pasajeros en el territorio nacional.
A pesar de los números, la compañía no fue ajena a la crisis de las aerolíneas en Colombia, pues como en el caso de Viva, el costo de los combustibles ha impactado fuertemente la operación.
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Por las dificultades, la Superintendencia de Transporte interpuso una medida administrativa sobre la aerolínea obligándola a detallar un plan sobre su operación y las dificultades que llegue a tener para prestar el servicio en el país.
Aunque la empresa intentó no suspender sus vuelos en el país, hace unos día frenó la venta de tiquetes para marzo y abril de 2023 y, aunque posteriormente la retomó, su crisis continuaba y tuvo que dejar dos de sus cinco aviones en tierra.
Para el 24 de marzo la empresa recibió una nueva capitalización de los accionistas para dar continuidad al servicio prestado en Colombia, llevándola a retomar la venta de tiquetes, no obstante, esta no fue suficiente pues desde este 30 de marzo la aerolínea hizo oficial el cese definitivo de sus vuelos en el país.
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