Avanza la semana decisiva de asambleas de compañías del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) en la que sus principales accionistas y el Grupo Gilinski se ven las caras en un momento de alta tensión y lucha por el control de decisiones en juntas de Sura y Nutresa, pero que también repercutiría en Grupo Argos y sus negocios (Cementos Argos, Celsia y Odinsa) e, incluso, Bancolombia.
La carrera de Gilinski en la lucha por el GEA empezó a finales de 2021 y si bien ha tenido tensos momentos tras siete OPA de sus sociedades JGDB Holding y Nugil por Argos, Nutresa y Sura, además de otra del holding árabe IHC por la empresa de alimentos, ninguno ha sido tan fuerte como ahora.
Esto provocado por la medida cautelar decretada por la Superintendencia de Sociedades tras la más reciente reunión ordinaria de Nutresa en la que se reeligió su Junta Directiva, lo que provocó varios movimientos del Grupo Gilinski para recibir aprobaciones ‘express’ por las autoridades regulatorias y adelantarse en la carrera por uno de los conglomerados más importantes del país.
Foto: José Luis Suárez, Jaime Gilinski y Gabriel Gilinski en asamblea de Sura/Valora Analitik
La decisión de la Supersociedades vetaría a los representantes del GEA para votar en las principales juntas de empresas del grupo, lo que sería aprovechado por Gilinski para imponer por primera vez sus mayorías, a pesar de poseer solo el 38 % de participación en Sura y el 31 % en Nutresa, y tomar el control en estas empresas y, por ende, en las demás que conforman el GEA.
Gilinski desconoció el voto favorable del 64 % de accionistas de Nutresa en la pasada asamblea del 21 de marzo, quienes votaron a favor de reformar estatutos para ampliar el periodo actual de la Junta Directiva. En contrapartida, pidió al revisor fiscal una nueva asamblea extraordinaria para elegir nueva junta en la compañía de alimentos, pero además busca recomponer ese quórum eliminando los votos de apoderados de Nutresa, Argos y Sura para tener mayorías, lo cual ha sido calificado por diversos expertos como ‘ridiculeces jurídicas’.
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Las ventajas que han concedido a Gilinski por control del GEA
Si bien el lanzamiento de las OPA de Gilinski por diferentes empresas del GEA despertó inicialmente el entusiasmo de inversores y accionistas en Colombia como un ‘remezón’ a la decaída Bolsa de Valores de Colombia (bvc), la más golpeada de América Latina, desde la pandemia y ávida por inversores, lo cierto es que las condescendencias posteriores con el grupo del empresario caleño, el segundo hombre más rico de Colombia tras Luis Carlos Sarmiento Angulo, opacaron las jugadas.
Algunas de las principales ventajas que ha recibido Gilinski han sido reveladas por periodistas como Daniel Coronell quien advirtió los extraños movimientos que se dieron al interior de la Supersociedades para otorgar rápidas aprobaciones que sorprenden por su ligero trámite, cuando, en otras circunstancias, tomarían meses de estudio antes de emitir una decisión, revelaron fuentes cercanas a Valora Analitik.
Hay que recordar que el actual superintendente de Sociedades (ratificado por Gustavo Petro), Billy Escobar, fue posesionado por María Ximena Lombana (actual miembro independiente de Junta de Sura) y quien cerró el Gobierno de Iván Duque como su ministra de Comercio.
Lombana junto a otros postulados por Gilinski en la junta del holding financiero como Ángela Tafur y Andrés Bernal buscaron recomponer el quórum en reunión de Sura del 8 de noviembre para que ellos tres autorizaran la venta de acciones en la OPA de IHC por Nutresa.
Otro hecho que llamó la atención fue el recibimiento ‘express’ del Gobierno de Gustavo Petro a finales del año pasado a una comitiva de IHC y otras empresas de Emiratos Árabes Unidos, organizada y movida por Jaime Gilinski y socios, para buscar oportunidades de inversión en diversos sectores como agro, infraestructura o energía.
A pesar de esta relación expresa, IHC y los Gilinski han negado que sean socios y cada uno fundamenta el desarrollo de sus ofertas como independiente.
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De hecho, IHC es uno de los principales inversores en Lulo Bank, el neobanco de los Gilinski quien a su vez es el dueño de GNB Sudameris y en los diferentes cuadernillos de OPA publicados cuando lanzó ofertas manifestó su intención de buscar sinergias y posibles integraciones con compañías como Sura y, por ende, en las demás en las que esta tiene participación, especialmente en el sector financiero.
Más voces en contra de presiones de los Gilinski
Otra persona que ha denunciado la presión de los Gilinski a la fuerza por el control del GEA es el abogado penalista y docente universitario Fernando Velásquez, columnista de El Colombiano, quien ha expresado que «no buscan que les reconozcan un derecho, sino que les entreguen, sin nada a cambio, el control de Nutresa, Sura y Argos”.
“No se necesita ser experto en estas materias para concluir que Gilinski no conoce de límites en su errante empeño de tomarse el control de esas empresas de la forma más hostil posible y pasando por encima de los derechos de los demás accionistas. En un Estado de Derecho a ningún juez que cumpla con los dictados del ordenamiento, le es posible adoptar una decisión que entregue el control de una empresa a un accionista que solo tiene un 30 % de ella. Y en este caso, se trata de una empresa clave para la seguridad alimentaria de Colombia”, manifestó Velásquez.
En esta ola de extraños movimientos, uno de los más recientes también fue la renuncia del intendente regional de Medellín de la Superintendencia de Sociedades, Julián Palacio, quien a pesar de no llevar expresamente procesos relacionados con las disputas de Gilinski y el GEA, es uno de los funcionarios que más conocía de trámites judiciales en el sector societario y empresarial de Antioquia.
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De esta manera y bajo un contexto de extrañas ventajas para el Grupo Gilinski mañana 31 de marzo, en las asambleas extraordinarias y ordinaria de Grupo Sura, estarán en juego más que decisiones de una compañía, el futuro de uno de los conglomerados más históricos del país y más de 100.000 empleados que hacen parte de sus compañías.
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