La compra de Monómeros en Colombia es reflejo de lo que ha sido la relación binacional entre Colombia y Venezuela, pues, desde 2019, la firma venezolana se ha visto condicionada, en buena parte de su operación, a qué tan complejos han sido los escenarios diplomáticos.
En enero de 2019, cuando el gobierno del expresidente Iván Duque reconocía al de Juan Guaidó, este último pidió al mandatario una congelación de los activos que tenía Monómeros en Colombia.
Por lo anterior, la compañía venezolana entró en un proceso complejo en materia financiera, lo que le llevó a una crisis de la que busca reponerse. De lo anterior se desprendió la posible compra de Monómeros en Colombia.
Esto último atendiendo también el peso que tiene esa firma para el sector productivo agropecuario nacional y entendiendo también que, lo han mencionado incluso los dos gobiernos, el futuro de la firma podría tener viabilidad con la inyección de capital que se haga desde Colombia.
La importancia de la compra de Monómeros en Colombia
Varios han sido los llamados para que sea la administración del presidente Gustavo Petro la que se interese por llevar a cabo la negociación que le dé salidas financieras a Monómeros en el país y vuelva a fortalecer su operación regional.
El negocio, en principio, sería atractivo para el país por varios frentes. Tal vez el más importante sea que Monómeros copa el 40 % de lo que se conoce como el mercado de insumos y de fertilizantes para la producción del agro en Colombia; es decir, la compañía es clave para la producción de alimentos.
Además de los más de 1.000 empleos que puede llegar a generar, la coyuntura de la invasión de Rusia a Ucrania puso de manifiesto la importancia de la firma.
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Colombia, así como el grueso del mundo, vio por cuenta del conflicto un fuerte incremento en los precios de los alimentos; encarecimiento que se explicó, en buena parte, por la falta de insumos para la producción de este tipo de bienes de primera necesidad.
Dado lo anterior, la compra de Monómeros en Colombia toma relevancia pues ha sido el mismo presidente Petro quien ha explicado que es clave incentivar a la industria local para no depender de los insumos que se compran en el exterior.
Condicionales para la compra de Monómeros en Colombia
El embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, ha mencionado en reiteradas ocasiones que la administración del presidente Petro podría estar interesada en llevar a cabo la transacción; sin embargo, el proceso tiene varios «peros».
Lo primero, lo mencionó el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, es que no se conoce claramente el estado financiero de la compañía y, todavía más importante, qué pasará con las empresas venezolanas en el marco de las sanciones que tiene Estados Unidos a las mismas.
“No puede haber negocio por Monómeros mientras no se aclare la postura de Estados Unidos sobre Venezuela y las sanciones a ese país”, dijo Ocampo a la W Radio; esto incluso cuando el gobierno del presidente Petro volvió a reconocer al de Maduro, un avance diplomático que no es suficiente.
“Si se compra una empresa y luego llegan sanciones de Estados Unidos, pues no habría mucho sentido en esa decisión. Hay que esperar”, explicó el ministro.
La financiación del negocio, el otro gran interrogante
Benedetti ha dado, casi que por segura, la compra de Monómeros en Colombia y en la ecuación tendría un papel preponderante la participación de Ecopetrol.
Según estimaciones del embajador, Monómeros tendría un costo aproximado a los US$300 millones, dadas las más recientes inversiones para su reactivación y por el potencial de negocios que podría llegar a generar.
Sin embargo, Ocampo ha manifestado que el plan de financiación en ese sentido no se ha estudiado a fondo y, en todo caso, el país no podría asumir la totalidad del acuerdo.
“Sí se ha tenido la intención de hacer una compra, pero sobre la base de que no sea 100 % pública. Sería necesario que exista una participación privada en el proceso”, complementó Ocampo. Aunque desde Ecopetrol han asegurado que la firma, directamente, no ha liderado un proceso de negociación.
Por ahora, y según lo ha manifestado el embajador Benedetti, lo que se está esperando es a que quede en firme el nuevo cuerpo directivo de Ecopetrol; es decir: que se elija al nuevo presidente de la estatal petrolera para entender cuál podría ser el futuro del negocio.