Luego de dos días de reuniones bilaterales terminó en Moscú el encuentro entre el presidente ruso Vladímir Putin y su homólogo chino Xi Jinping, una visita significativa para lo que ocurre detrás de bambalinas en la guerra en Ucrania.
Estas reuniones acabaron con la firma de acuerdos de cooperación y otros documentos para fortalecer los lazos bilaterales entre dos Estados aliados, aunque en un principio China incidía por una mayor neutralidad, especialmente en lo referente a la guerra en Ucrania.
Aunque tras la despedida del mandatario chino, el Kremlin lo niegue, la guerra en Ucrania y su posible paz fueron de los temas que conversaron los líderes globales, quienes además hicieron énfasis en la construcción de un mundo multipolar, un concepto de larga data que buscan aplicar.
Entre estos acuerdos firmados destacaron los esfuerzos de ambos mandatarios para reforzar la relación económica, la cual va en franco crecimiento desde el año pasado, una vez que China se convirtió en el principal destino de las exportaciones rusas de energéticos.
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Estos intercambios, por medio del gasoducto ‘Fuerza de Siberia’, alcanzaron los 15.500 millones de metros cúbicos en 2022, un incremento de 49 % frente al año inmediatamente anterior. Se estima que estos intercambios rocen los 38.000 millones de metros cúbicos en 2025.
¿De qué se trata el ‘mundo multipolar’ que hablaron Vladímir Putin y Xi Jinping?
En la geopolítica actual existe el concepto del ‘mundo multipolar’, un ejercicio donde se pretende que las decisiones mundiales no corran por cuenta del tándem Occidente-Rusia, como ha sucedido desde el final de la Guerra Fría.
Esto significa que entren a la ecuación Estados en potencia, como China, o que se tomen en cuenta otras perspectivas como lo han hecho bloques como los BRICS u otros Estados del llamado ‘Sur global’.
“Esta es una respuesta a la orden de captura contra Vladímir Putin, a un mundo multipolar y al plan de paz que propuso China, que ningún Estado de Occidente ha tomado en serio”, afirmó Mauricio Jaramillo, docente de relaciones internacionales de la Universidad del Rosario.
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En sus intervenciones el líder ruso manifestó que tanto Rusia como China “abogan constantemente” por un “orden multipolar más justo”, colaborando de la mano en los temas multilaterales que enfrenta el planeta.
“La guerra lo que ha hecho es consolidar los lazos entre Rusia y China. Se tenían dudas, se pensaba que en algún momento China iba a desfallecer, a no apoyar, pero hemos visto todo lo contrario”, apuntó Jaramillo.
China busca ser un referente ‘de paz’ en la geopolítica global
El pasado 24 de febrero, mientras los estados beligerantes, así como los aliados, se enfrascaban en la clásica dinámica de dimes y diretes acusándose de los estragos de la guerra, China, con un perfil más bajo hasta ese momento, ofreció un plan para la paz en Ucrania.
Este documento, de 12 puntos, consistía en respetar la integridad territorial, las preocupaciones de los Estados frente a la expansión de bloques militares, un llamado al cese al fuego, la negativa de armas nucleares, la reconstrucción de Ucrania, entre otras.
En los encuentros bilaterales, Vladímir Putin señaló que esta propuesta china “coincide” en muchos puntos con las posturas rusas, y que pueden servir para las bases del futuro resolutivo del conflicto.
Además, le lanzó la responsabilidad a Occidente, los cuales, a su juicio, “no están haciendo lo necesario” para que el conflicto finalice.
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“Se puede leer como que Rusia estaría dispuesta a recular en términos territoriales, porque el plan de China había en términos vagos de la soberanía territorial, a cambio de una garantía de que Ucrania no ingrese en la OTAN”, apuntó Jaramillo.
También, el experto considera que es una medida para decir que la salida a la guerra en Ucrania no la va a definir Occidente, si no que la puede definir un Estado distinto (Pekín).
Esta nueva faceta pacificadora de China también se está viendo en otros escenarios del mundo, quizás en aspectos que pueden pasar desapercibidos por la opinión pública de este lado del planeta.
Hace unos días, la mediación de China resultó clave para que Irán y Arabia Saudita reestablecieran sus lazos diplomáticos, rotos desde 2016. La primera victoria de Xi Jinping en esta nueva estrategia geopolítica.
“El acuerdo entre Irán y Arabia Saudita tuvo claros beneficios tangibles para China en forma de precios estables del petróleo. Lo que Xi obtendría al sellar la paz en Ucrania es más simbólico, pero no menos importante: rehabilitar la imagen global de China empañada por el COVID”, escribió Carlos Santamaría para el portal especializado en geopolítica GZero.