América Latina y el Caribe se enfrentan a tres retos en 2023, en medio de un contexto global de incertidumbre: sociales, fiscales y de crecimiento. Esa es la conclusión a la que llegó el Banco de Desarrollo Interamericano (BID) en su informe macroeconómico anual.
“Con cerca del 18 % de la población viviendo con menos de US$3,1 por día, los niveles de pobreza de la región superan los de hace una década”, señala Eric Parrado, economista jefe del BID. Y advierte que, además de la pobreza, la desigualdad ha aumentado.
Adicional a esto, la región presenta un reto fiscal por cuenta de la presión a los recursos y gastos fiscales que trajo consigo la pandemia de Covid-19. “Como resultado, la deuda soberana sobrepasó el 70 % del PIB y, aunque la consolidación fiscal aún es posible, persisten muchos riesgos”.
Por último, Parrado señala que, en cuanto al crecimiento económico a largo plazo, que se estima en apenas 2 %, “no es suficiente para alcanzar los objetivos de desarrollo de la mayoría de los países de la región”.
Estas son las perspectivas del BID frente al crecimiento de América Latina.
Crecimiento de América Latina y el Caribe según el BID
Señala el BID que “los acontecimientos mundiales han tenido un impacto en la región. Se recuperó con fuerza después de la recesión de 2020 y se prevé que el recimiento de 2022 se acerque al 3,9 %, aunque en 2023 volvería a caer”.
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), las previsiones de crecimiento estaban al alza en enero pasado con un 1,8 %. Sin embargo, para el sector privado son considerablemente más bajas: por debajo del 1 %.
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Previsiones frente a la política monetaria
El Banco Interamericano de Desarrollo señala que la región alcanzó su nivel más alto de inflación de los últimos 14 años en 2022.
Aunque en la mayoría de países, a finales de año, las señales apuntaban a una desaceleración de la subida de los precios, los analistas consideran que la inflación no volverá a las metas de los bancos centrales hasta, al menos, finales de 2024.
“En los próximos 12 meses, se prevé que la inflación en los países de la región con regímenes de metas de inflación se situará por encima de su banda de meta en todos los países, excepto Paraguay”, explica el informe del BID sobre el crecimiento en América Latina en 2023.
“Las tasas de interés de la política monetaria se mantendrán por encima de sus niveles neutrales. Los bancos centrales se esforzarán en mantener las expectativas de inflación ancladas y seguirán una política monetaria estricta hasta que las expectativas se alineen con las metas. Un desanclaje de las expectativas sería muy oneroso en el futuro”, indica el BID.
Sobre la política fiscal
El BID señala que los balances fiscales mejoraron desde la pandemia, incluso si se tiene en cuenta el aumento de las tasas de interés tras la invasión rusa de Ucrania.
Sin embargo, “todavía queda un largo camino por recorrer para consolidar las cuentas fiscales y estabilizar la deuda pública. Los escenarios futuros sugieren que la tendencia descendente de la deuda podría revertirse en 2023”.
Con este panorama, el BID señala que en caso de que se aumente el gasto fiscal, “en numerosos países cualquier aumento destinado a grupos o sectores específicos debería ser compensado con una reducción del gasto en otros ámbitos o con el incremento de los ingresos para contener los riesgos”.
Y agrega que “la política fiscal tiene que consolidarse y alcanzar déficits y ratios de deuda más bajos para mejorar la eficiencia de la política monetaria. La mejora de las instituciones fiscales contribuye a reducir el riesgo de crédito soberano, que genera reducciones de la tasa neutral de interés”.
El BID insiste que la complejidad del escenario global “y sus importantes incertidumbres” dificultan las perspectivas de crecimiento de América Latina y el Caribe. Por tanto, concluye, “fortalecer el actual marco de políticas es crucial para mitigar cómo los shocks externos afectan a la región”.
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