HSBC adquirió por una libra esterlina la sucursal británica de Silicon Valley Bank (SVB). La operación fue calificada como estratégica por Jeremy Hunt, el canciller de Hacienda de Reino Unido.
La filial británica de SVB tenía en su cartera poco más de 3.000 clientes, la mayoría de ellos, startups. Hunt definió los depósitos que estas tenían como “frágiles”.
“Algunos de ellas solo tenían cuentas bancarias con Silicon Valley Bank. Por esa razón, nos enfrentamos a una situación en la que podríamos haber visto desaparecer algunas de nuestras empresas más importantes, nuestras empresas más estratégicas, y eso habría sido extremadamente peligroso», afirmó el político.
Aún así, dijo que la existencia de un riesgo sistémico para la estabilidad financiera del Reino Unido no fue real.
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Noel Quinn, director ejecutivo de HSB, afirmó, en un comunicado, que la “adquisición tiene un excelente sentido estratégico para nuestro negocio en Reino Unido, ya que fortalece nuestra franquicia de banca comercial”. El gigante bancario detalló que el capital tangible de la filial de Silicon Valley Bank es de 1.400 millones de libras.
Luego del cierre del viernes de Silicon Valley Bank en Estados Unidos por falta de liquidez, las autoridades británicas temían que la filial británica del banco quebrara, lo que significaría que los depósitos de las empresas tecnológicas de Reino Unido se congelarían, impidiendo el pago a personal y proveedores.
Ante esto, el Departamento del Tesoro británico inició la búsqueda urgente de un comprador. Además de HSBC, también fueron considerados Barclays, Bank of London y Oaknorth. Sin embargo, optaron por HSBC, al ser el mayor banco europeo, siendo, a juicio de Hunt, “el candidato más estable y seguro”.
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