El aumento de cupo de vigencias futuras en Colombia le dará luz verde al Gobierno para terminar de estructurar y licitar varios megaproyectos de ferrocarriles y megavías clave para el país.
De hecho, estos recursos son la piedra angular para que la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) los pueda contratar, a corto y mediano plazo.
Se trata de unos $20 billones que le permitirán al gobierno de Gustavo Petro sacar adelante su plan de infraestructura.
Estos incluyen, en gran medida, la reactivación de diversos ferrocarriles en Colombia, pero también la puesta en marcha de varias carreteras en el territorio nacional.
Así lo confirmó a Valora Analitik el presidente de la ANI, William Camargo, quien destacó que esto les debe dar un parte de tranquilidad a constructores, inversionistas y financiadores.
“El mensaje que enviamos al mercado y los inversionistas que siguen confiando en el país es que tenemos posibilidad de albergar un mayor número de proyectos”, afirmó Camargo.
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Y agregó que son tres ferrocarriles y dos megavías las que, inicialmente, se verán beneficiadas con estos $20 billones adicionales de vigencias futuras que se aprobaron.
Reactivación de ferrocarriles y construcción de megavías
En el primer caso, se trata de los trenes de La Dorada – Chiriguaná, Bogotá – Belencito y Corredor del Pacífico, mientras que en el segundo están las carreteras Pasto – Popayán y Villeta – Guaduas.
La Dorada – Chiriguaná
El primero recorre de centro a norte el país, de forma paralela al río Magdalena y a la Ruta del Sol, conectando a los municipios de Caldas y Cesar.
Tiene 522 km de longitud y sus intervenciones requerirán inversiones por unos $2,1 billones, según cálculos de la ANI.
Eso sí, mientras el gobierno Petro termina de estructurar la concesión, se adjudicará un contrato de obra pública por $75.000 millones para mantener y operar el ferrocarril.
Para esto, ya fueron publicados los prepliegos y se avanzará en su contratación en lo que resta del primer semestre de 2023.
Bogotá – Belencito
A este se le sumará, posteriormente, el corredor Bogotá – Belencito, que actualmente ya tiene a cargo sus obras de operación y mantenimiento por dos años.
Estas fueron adjudicadas hace unas semanas al Consorcio CTSA – Ingeral, conformado por las empresas Castro Tcherassi e Ingeral Compañía.
Mientras se desarrollan, el gobierno Petro sacará adelante una nueva asociación público – privada (APP) para dejar concesionado dicho tren, que inicia en el interior de la capital colombiana.
Con esta iniciativa, también habrá una conexión con el previamente mencionado corredor de La Dorada – Chiriguaná.
Corredor Férreo del Pacífico
Finalmente, está el Corredor Férreo del Pacífico, en el Valle del Cauca. En este, la ANI ya está adelantando los estudios de prefactibilidad, que permitirán darle paso a su contratación a mediano plazo.
Este ferrocarril impactará positivamente a municipios como Buenaventura, Yumbo, Cali, Palmira, Cerrito, Ginebra, Buga, Tuluá, Cartago y Zarzal, entre otros.
Y, en general, beneficiará a departamentos como el Valle del Cauca, Antioquia y el Eje Cafetero.
Esto, teniendo en cuenta que el Corredor Férreo del Pacífico inicia en el suroccidente del país y va hasta La Pintada, es decirla frontera de Caldas y Antioquia.
Pasto – Popayán y su variante
Los nuevos recursos de las vigencias futuras que se aprobaron también recaerán sobre dos megavías clave para Colombia.
La primera es Pasto – Popayán, cuya concesión está siendo estructurada por la ANI y se le dio prioridad, luego de la crisis generada en el sector por deslizamientos de tierra.
De acuerdo con el Ejecutivo, su costo total sería de unos $14 billones, de los cuales $5 billones serán para la Variante Timbío – Estanquillo.
Esta última sería elegida por el gobierno Petro para ser concesionada, teniendo en cuenta que es fundamental para el tránsito de vehículos en la Vía Panamericana.
Villeta – Guaduas
La última megavía que se beneficiará de los nuevos dineros públicos será el tramo Villeta – Guaduas, que hace parte del corredor Bogotá – Medellín.
Las obras en este sector han sido una deuda histórica de los gobiernos, teniendo en cuenta que es de los pocos que hacen falta para conectar en doble calzada a las dos principales ciudades del país.
Eso sin contar con que también afectan el tránsito entre el centro del país y los puertos del Caribe (Cartagena y Barranquilla).
Según datos preliminares, la vía Villeta – Guaduas requeriría inversiones por unos $1,6 billones, pero su costo beneficio sería mucho mayor, sobre todo en competitividad.