Enka, la empresa colombiana dedicada al reciclaje de botellas PET, inauguró este martes su nueva planta, ubicada en Girardota, Antioquia, que tendrá capacidad de reciclar seis millones de botellas al día.
La nueva planta, que es la quinta más grande del mundo y pone a Colombia en cifras de reciclaje similares a las de países de Europa, es el nuevo eslabón de la empresa en un proceso de transformación que empezó en 2007.
Ese año, la empresa viró en su modelo de negocio, pasando de la producción textil a la economía circular, incluso después de haber firmado un acuerdo de reestructuración de pasivos.
El buen momento de Enka
La inauguración de una planta de esta envergadura es el reflejo del buen momento que atraviesa Enka en la actualidad.
Luego de un recorrido guiado por la nueva planta de reciclaje de Enka, Álvaro Hincapié, presidente de la empresa, le dijo a Valora Analitik que su apuesta se resume en consolidarse para seguir creciendo.
El año pasado, ante los resultados positivos del tercer trimestre de la empresa, la Junta Directiva dio luz verde a que inversionistas internacionales realicen una Oferta Pública de Adquisición (OPA) para tener participación accionaria en Enka.
“Enka en Colombia, a principios de los noventa, era una de las compañías más grandes del país. Pero después viene una situación muy crítica con la apertura económica (impulsada en el gobierno de César Gaviria). Después de todo eso, que hoy tengamos compañías interesadas nos pone muy contentos”, aseguró Hincapié.
Precisó que, desde noviembre del 2022, está disponible el cuaderno de datos abiertos para que posibles inversionistas conozcan a cabalidad los resultados de la empresa.
Pero no son solo las posibles OPA lo que tienen a Enka en su cumbre. Desde 2013, ha habido un aumento constante en su Ebitda y en la utilidad neta de la compañía.
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En 2021, estos indicadores llegaron a $74.406 millones y $57.407 millones, respectivamente. Mientras que, en 2020, los resultados fueron de $38.228 millones y $15.167 millones. Aunque aún no han reportado los resultados completos de 2022, para el tercer trimestre de ese año, el Ebitda fue de $44.541 millones y la utilidad neta de $18.929 millones.
En la actualidad, el 44 % de la producción de Enka es exportada a embotelladoras internacionales y el principal país al que llegan sus productos es Brasil (21 %), seguido por los de Norteamérica (16 %), Europa (2 %) y Perú (2 %).
Además, Hincapié asegura que, para 2030, Colombia necesitará otras cuatro plantas similares a la inaugurada en Antioquia. Y, aunque no dice si en Enka están en planes de abrir nuevas plantas, sí insiste en que la intención es “seguir creciendo”.
Así es la nueva planta de reciclaje de Enka
La nueva planta de reciclaje de Enka le permitirá aumentar, sustancialmente, las cifras de botellas PET que mueve. Cuando esté en máxima operación, Enka podrá reciclar, anualmente, unas 65.000 toneladas de botellas. La planta con mayor capacidad en el mundo, PetStar, está ubicada en México y procesa 72.000 toneladas.
En la planta, estos productos pasan por un largo proceso que va desde la individualización hasta la fundición a 200°C para quitar cualquier contaminante.
Dicho proceso incluye separación de residuos metálicos y varios ciclos de lavados, incluyendo los necesarios para que el plástico tenga contacto con alimentos, un proceso aprobado por la Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) y el Invima.
El proceso incluye, además, el paso del material por maquinaria especializada que, por el secreto industrial, es manejada desde Alemania y que tiene un costo de US$2 millones.
Hincapié admite que, por lo complejo del proceso de plantas como esta, el plástico reciclado vale más que el virgen. Sin embargo, también insiste en que las empresas hacen esta inversión por su compromiso con la sostenibilidad.
Esto hace posible que Enka, desde 2007, haya podido hacer inversiones por US$160 millones en los negocios verdes. Estos se dividen, principalmente, en dos: industriales y geotextiles.
La nueva planta de reciclaje de Enka permite el ahorro de energía cercano al consumo de 600.000 hogares, comparable a una ciudad como Cali. También reduce el 72 % en las emisiones de CO2, algo así como retirar de las vías 21.000 vehículos. Y deja ingresos por$130.000 millones al sector reciclador.
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