El Ministerio de Hacienda de Colombia, en cabeza de José Antonio Ocampo, se pronunció sobre la reforma a la salud.
En un comunicado, indicó que la carta que varios ministros le entregaron al presidente Gustavo Petro sobre este proyecto fue “un insumo previo la radicación”.
Así lo dijo la entidad, luego de que el propio Petro confirmara la veracidad del documento sobre la reforma a la salud.
“Dicho reporte preliminar contiene información del Ministerio de Salud; sin embargo, no contiene las revisiones que han realizado los equipos técnicos de las dos carteras en los últimos días”, afirmó el MinHacienda.
A renglón seguido, confirmó las cifras presentadas por Petro en la mañana de este lunes, 27 de febrero, acerca de los costos fiscales de la reforma a la salud.
En estas se confirma que, cada año, el valor de su implementación asciende, en promedio, a unos $11,4 billones.
El MinHacienda Colombia también señaló que, en este momento, las dos carteras continúan trabajando de forma conjunta en diversos escenarios de la reforma.
En todo caso, fue enfático en que estos “estarán ajustados a los compromisos con la consolidación fiscal, el ajuste de las cuentas externas y la estabilidad macroeconómica”.
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Y agregó que, a medida que avance la discusión del proyecto, los ministerios de Salud y Hacienda actualizarán los cálculos.
La reforma a la salud y las cuentas nacionales
Posteriormente, en sus redes sociales, el ministro Ocampo indicó que este es el “acuerdo actual” del gobierno de Gustavo Petro sobre los costos de la reforma a la salud.
Este mensaje se da luego de que diversos congresistas afirmaran que la viabilidad del proyecto estaba en dudas, teniendo en cuenta sus posibles costos fiscales.
Además, por el hecho de que no estaría acorde con el Marco Fiscal de Mediano Plazo de Colombia.
La reforma a la salud del gobierno Petro busca cambiar el sistema colombiano, de tal forma que esté más enfocado en la prevención de las enfermedades.
Al tiempo, busca quitar la intermediación financiera que hacen las EPS, de tal modo que los recursos se giren directamente desde Bogotá hacia las clínicas y hospitales.
De forma paralela, se pretende la capitalización de la Nueva EPS, que haría las veces de entidad para más de 10 millones de colombianos, cuyas EPS se liquidarían con la reforma a la salud.
