El Consejo de Estado le dio fin a una batalla jurídica que se alargó cerca de 15 años. El Alto Tribunal resolvió una nulidad con la que tumbó el Programa de Financiación Social, más conocido como Programa Somos de EPM. Este permitía que personas financiaran electrodomésticos y equipos tecnológicos.
El Consejo de Estado en su decisión dijo que el Programa Somos se salía del objeto social de EPM, como empresa pública de servicios domiciliarios, y que, por tanto, no podía continuar.
Hay que aclarar que ya en 2014 el Tribunal Administrativo de Antioquia había suspendido la continuidad del Programa Somos de EPM. Sin embargo, Empresas Públicas de Medellín apeló la decisión, por lo que el Consejo de Estado terció como última instancia.
Las razones para tumbar el Programa Somos de EPM
“(…) no puede predicarse, entonces, que el Programa de Financiación Social es una actividad que se considere complementaria con el objeto social de EPM”, señaló la Sala de lo Contencioso Administrativo del Consejo de Estado sobre el Programa Somos de EPM.
Agregó que, aunque “su fin es loable y que podría repercutir en el bienestar y el mejoramiento de la calidad de vida de los usuarios, tal circunstancia no deviene automáticamente en la habilitación para realizar el pluricitado programa”.
Es decir, a pesar de que con el Programa Somos de EPM se buscó apoyar a las personas, esta no era una razón de peso para que Empresas Públicas de Medellín lo desarrollara. Entre otras cosas, porque con dicho programa no se aporta a ampliar la cobertura de los servicios. Tampoco se mejora la prestación de estos.
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En ese sentido, sentenció que “la actividad de otorgar créditos o de financiar electrodomésticos para sus usuarios, escapa del objeto social de la empresa”.
El cambio de la razón social de EPM que quiso Quintero
En uno de los parágrafos de la sentencia, el Consejo de Estado abre la posibilidad de que el Programa Somos de EPM vuelva a funcionar.
“En caso de que EPM pretenda desarrollar el Programa de Financiación Social, lo puede hacer siempre que medie, previamente, una modificación al actual objeto social que la habilite para implementarlo”, dice la sentencia.
Sin embargo, en el pasado ya se ha probado lo difícil que es esto.
En 2020, el alcalde Daniel Quintero quiso cambiar el objeto social de EPM. Y lo hizo con la intención de ampliar el abanico de servicios ofrecidos por la joya de la corona de la Alcaldía de Medellín.
En ese momento, Quintero le solicitó al Concejo de la ciudad que le diera las facultades para efectuar dicho cambio. Su intención era que EPM explorara otros campos tan disímiles como la monetización de bases de datos, la infraestructura y el turismo. La comercialización de electrodomésticos también estaba contemplada en ese proyecto.
Sin embargo, ante las críticas de sectores académicos, políticos y sociales de la ciudad, Quintero desistió en su propósito.
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