El presidente de Colombia, Gustavo Petro, insistió este lunes, 6 de febrero, en que un tramo del metro de Bogotá sea subterráneo.
En varios trinos, el jefe de Estado tuvo un nuevo choque con la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, al señalar que sí es viable cambiar el contrato del megaproyecto.
La mandataria había señalado que, en lugar de ajustar el trazado ya firmado, se optara por añadir tres estaciones del metro de Bogotá entre las Calles 72 y 100.
No obstante, para Petro estas serían “bastante inocuas”, por lo cual, en su concepto, sería mejor soterrar el megaproyecto en la Avenida Caracas entre la Avenida Primero de Mayo y la Calle 72.
“Que Bogotá tenga un metro poderoso en favor de las mujeres, de toda la población trabajadora y estudiantil no es un chantaje”, dijo el mandatario.
Y agregó: “Ofrecí financiar completamente con recursos de la Nación la subterranización (sic) de la parte más activa de la primera línea, eso no es un chantaje”.
El comentario del presidente Petro se da unos días después de que el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, afirmara que si no se cambiaba el metro de Bogotá, se frenarían otros proyectos de la capital.
Esto fue catalogado como un “chantaje” por la alcaldesa López y otros líderes de la oposición en la ciudad.
Reunión en China y otros temas del metro de Bogotá
De otro lado, el presidente Petro afirmó este 6 de febrero que la Nación y el Distrito deberán discutir sobre un tema clave del metro de Bogotá en materia financiera.
“Del gobierno de (Iván) Duque existen unas vigencias futuras por $12 billones para la primera línea del metro. Eso no es suficiente, dado el salto de la tasa de cambio”, afirmó el mandatario.
Y añadió: “Es necesario el dialogo entre la Alcaldía y la Nación para asegurar la continuidad de la obra”.
Finalmente, Petro aseguró que recibió una invitación del gobierno de China para dialogar sobre sus obras en Colombia y establecer el futuro de las relaciones estatales y sociales.
Sobre esto, afirmó que “la Sociedad Colombiana de Ingenieros asesorará en todo momento al Ministerio de Transporte”.
La alcaldesa, por su parte, fue enfática en decir que no se puede cambiar lo firmado por el Estado con el consorcio Metro Línea 1, constructor del metro de Bogotá.
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“No es factible ni jurídica ni financieramente modificar el contrato. Implicaría una adición superior al 50 %, lo que está legalmente prohibido”, dijo en entrevista con El Tiempo.
Y concluyó pidiéndole al gobierno Petro no seguir con su plan de cambiar la primera línea del metro de Bogotá, sino avanzar en la financiación de la tercera.
