Para hacerle frente a la inflación y adquirir vivienda, la clave está en encontrar mecanismos de ahorro. Las propiedades usadas no tendrán alzas inmediatas.
El importante incremento que tuvo el salario mínimo emitido mediante decreto por el Ministerio del Trabajo, resulta un bálsamo para impulsar la materialización de los ahorros de largo plazo.
Si bien ha escalado el costo de vida, generar riqueza en patrimonio contribuye a cubrir la brecha inflacionaria. Ahora bien, sobre el precio de la vivienda en el país, estamos en el momento preciso para aprovechar que aún las propiedades usadas no tendrán los mismos incrementos de la inflación.
Los ejecutivos de Home Capital Outlet, expertos Fintech y Proptech, aseguran que el momento de tener un activo propio siempre será “hoy”, independientemente del contexto económico, y la explicación tiene dos motivos. Además, recomiendan capitalizar los ingresos en inversiones de largo plazo y no en consumos innecesarios.
Primero, “la tendencia del precio de la vivienda a largo plazo normalmente será alcista, muy por encima de la inflación; y por eso se considera como un resguardo patrimonial. Segundo, el aumento del salario mínimo en un 16% tendrá un incremento inmediato en la capacidad de crédito, teniendo en cuenta que con la Ley de vivienda se puede destinar hasta el 30% de los ingresos para pagar el crédito hipotecario, además, potencia la capacidad de ahorros de las familias, así la gente tendrá mayores aportes y ahorros en pensiones, primas o cesantías que podrán disponer para comprar e invertir en vivienda”, resalta Felipe Echavarría, Gerente Comercial y de Operaciones de la compañía.
Ahora bien, el alza en el salario mínimo, no solo beneficia a quienes ganan el mínimo, sino también regularmente a todos los asalariados en general, así no sea norma o en la misma proporción. Esta condición aumenta la capacidad de endeudamiento de las familias, entendiendo que los precios de vivienda usada a corto plazo son relativamente constantes, pero los ingresos por salarios aumentaron hasta en un 16% en un mismo mes.
A esto se le suma otra ventaja de comprar vivienda usada, y es que normalmente estas son aproximadamente un 20% más económicas que una nueva con características similares, y que no tendrán incrementos significativos, es decir, suben las tasas, pero los precios de vivienda no suben inmediatamente. Y, por el contrario, sí existe un beneficio de cara al banco porque los colombianos ahora podrán ser sujetos de crédito gracias a ese aumento.
¿Por qué la vivienda usada es una oportunidad en este momento?
Los desarrolladores de nuevos proyectos inmobiliarios están disminuyendo el número de lanzamientos, asumiendo una posición conservadora de cara a realizar inversiones a largo plazo en un momento de incertidumbre económica local y mundial.
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Esta tendencia se acrecentó desde la pandemia, pues marcó una reducción notoria sobre la oferta de vivienda, con un aumento en los costos de producción y construcción de propiedades que dejaron de desarrollarse a la velocidad que traía, razón por la cual habrá una contracción en la oferta de vivienda nueva en los próximos años.
Por otro lado, mientras que la población siga creciendo y los niños se sigan haciendo adultos, la demanda de vivienda no solo se mantendrá, sino que incrementará. Así, ante la falta de oferta de vivienda nueva disponible para comprar a precios alcanzables y con condiciones financieras asequibles, como resultado se refleja el aumento del valor de los arriendos de los últimos meses, y que de acuerdo con el IPC del 2022, podrán aumentar hasta un 13,12% para este año.
Al final la compra de vivienda usada termina siendo una gran oportunidad ante la disminución de nuevos lanzamientos de proyectos nuevos, que generarán una contracción en la oferta, contrastado con un aumento en la demanda debido al crecimiento de la población y al déficit habitacional que tiene el país, que repercutirá en un aumento inminente en los precios de la vivienda y en valor de los arriendos.
Además, son claros los beneficios de comprar usado, por estar en mejores ubicaciones, en cercanías a los sistemas de transporte y porque se tienen áreas más amplias por menos dinero.
De acuerdo con el Dane, se requerirían 123 años para poder cubrir el déficit habitacional del país. Es por ello que la vivienda usada se convierte en un alternativa ante un mercado con mucha demanda de familias requiriendo un techo para vivir, facilitando así el acceso a una casa propia con precios más asequibles, teniendo en cuenta nuevamente sus mejores precios frente a la vivienda nueva y que el actual incremento del salario mínimo favorece el presupuesto de las familias colombianas y su capacidad para acceder a financiación.
Finalmente, el ejecutivo reitera la oportunidad que significa Home Capital Outlet de poner al servicio del mercado viviendas con descuento, de gestionar el crédito a la medida de las personas y de materializar los ahorros para hacerle frente a la inflación y proteger el patrimonio, generando conciencia respecto a los gastos innecesarios como compras y consumos que no se valorizan con el tiempo.