En un comunicado, el sector privado rechazó las declaraciones del gobierno de Gustavo Petro de no financiar otros proyectos de infraestructura si no se hacen cambios en el metro de Bogotá.
Esta fue hecha por el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, al inicio de un consejo de ministros en la Casa de Nariño.
Reyes señaló que, si no se aceptan las modificaciones propuestas, “otros proyectos (…) se van a tener que parar”.
Lo anterior llevó al Comité Intergremial de Bogotá y Cundinamarca a hacerle un llamado al gobierno Petro para evitar parálisis de los megaproyectos prioritarios para la ciudad región.
El gremio invitó a “construir consensos (…) y evitar anuncios y advertencias que condicionan el importante avance de un proyecto en marcha y la cofinanciación de nuevos proyectos claves para la movilidad de la capital”.
De otro lado, reiteró que el metro de Bogotá es un megaproyecto clave para la ciudad y el país.
“No se debe cambiar el metro de Bogotá”
Incluso, el Comité Intergremial afirmó que el avance que registra hace que no exista “justificación técnica ni jurídica que amerite cambiar este contrato”.
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Incluso, dijo que, de hacerlo, los riesgos legales serían “altísimos” y esto implicaría “mayores costos, más años de congestión vehicular e ineficiencia logística y afectación a las personas de menores ingresos”.
Entre los gremios que firmaron el comunicado están Acodres, Acolap, Anato, ANDI, Asocolflores, Camacol, la Cámara de Comercio de Bogotá y la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI), entre otros.
Este último, expidió además un comunicado en el que detalla que los ciudadanos serían los más perjudicados en caso de que se suspenda el metro de Bogotá.
El presidente de la CCI, Juan Martín Caicedo, afirmó: “Si el proyecto sigue dilatándose indefinidamente, serían aquellos ciudadanos que usualmente se movilizan en transporte público los principales afectados por una decisión de esta naturaleza”.
Y agregó que los sobrecostos de un cambio en el metro de Bogotá podrían ser de hasta $13 billones.