Para subsanar en parte el déficit que se ha creado en Colombia con el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FPEC), para evitar que los consumidores adquieran la gasolina y ACPM a precios internacionales, en septiembre de 2022 el gobierno de Gustavo Petro tomó la decisión de incrementar las tarifas.
Las alzas serían de, aproximadamente, $200 mensuales -con la condicional de que esa cifra podría variar como ocurrió en enero de este año que aumentó más de $300-, esto con el fin de ir ayudando a tapar el hueco fiscal que se ha hecho por el FPEC.
“El déficit de estabilización de precios de los combustibles por falta de pago del gobierno anterior es de $10 billones por trimestre. Es decir, casi $40 billones anuales. Casi la mitad del déficit del presupuesto nacional. Se produce al no subir el precio de la gasolina”, manifestó el presidente de Colombia, Gustavo Petro en su momento.
Ante la medida hubo apoyo y críticas, éstas últimas porque aseguraban que la medida impactaría a la inflación -ya bastante alta en ese entonces-, lo que se vería reflejado en rubros como el de los alimentos.
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Es así que el presidente Gustavo Petro, anunció que, aunque era necesario hacer incrementos en el precio de la gasolina, no habría alzas para el ACPM (diésel).
La decesión se tomó luego de varias reuniones entre el Gobierno Nacional y los transportadores de carga y pasajeros, y en la Casa de Nariño Petro se comprometió a que los precios del ACPM no subirían, sino hasta junio de 2023.
Vale recordar que desde que se tomó la medida, el precio del ACPM no se ha incrementado, salvo en enero de 2023 que tuvo el ajuste del Índice de Precios del Consumidor (IPC), lo que hizo que este combustible tuviera un aumento de $65 por galón.
¿Tiene efectos en la inflación mantener el precio del ACPM?
Valora Analitik habló con Sergio Olarte, economista principal Scotiabank Colpatria, quien explicó más a fondo qué efectos tendría en la inflación que el ACPM o diésel no aumente su precio.
De acuerdo Olarte, el ACPM es un insumo para los transportadores y buena parte de la producción industrial que genera un valor agregado en Colombia.
“El no subir el precio del diésel generaría claramente que ese insumo mantenga en su costo, pero no sería así en el conjunto de la producción, porque también depende de los salarios, los demás insumos, las importaciones, entre otros factores”, precisó el analista.
Según el economista del Scotiabank, que el precio de este energético como tal no suba, ayuda a que no necesariamente se traslade el aumento de costos de manera tan fuerte a los precios finales y apoye en el margen a la inflación.
Sin embargo, Sergio Olarte aclaró que el ACPM pesa muy poco en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), por lo cual no se esperaría que fuera muy material.
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“El efecto se vería en la posibilidad de menores costos de la industria que eventualmente se trasladen a los precios finales de la economía”, agregó Olarte.
El problema estaría en que, mientras lo anterior ocurre, el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles no se estabilice tan rápidamente como espera el Gobierno Nacional.
“Eso también puede disminuir la percepción de tranquilidad que se tiene con Colombia, sobre todo en términos fiscales, porque en algún momento ese déficit en el Fondo se debe pagar”, ratificó el experto.
Lo que se puede analizar, según Olarte, es que, si bien los costos de producción pueden no subir tanto en el futuro, se debe esperar a la reacción de los mercados.
“Y eso puede afectar al país en términos de tasa de cambio y tasa de interés, en el efecto neto no se observa que sea demasiado relevante para bajar la inflación de corto plazo”, concluyó el economista.