La demanda mundial de petróleo alcanzará en 2023 un nuevo récord de 101,7 millones de barriles diarios, impulsada por la recuperación de China y de la aviación comercial, de acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (IEA).
En su informe mensual sobre el mercado petrolero, la IEA considera que la demanda aumentará este año en 1,9 millones de barriles diarios (mb/d), con el combustible de aviación como el primer motor (840.000 b/d), mientras que se prevé que China aporte una cifra parecida tras el levantamiento de las restricciones contra la Covid.
China y Rusia serán los dos grandes protagonistas del mercado petrolero este año, según la agencia, que reúne a la mayor parte de los países de la OCDE.
El país asiático porque acaparará casi la mitad del incremento de la demanda, aunque el alcance de su recuperación económica y de su reapertura tras la covid sigue siendo “incierto”, de acuerdo con información del Periódico de la Energía.
Hay que decir que Rusia porque está por ver el efecto a más largo plazo de las sanciones internacionales a su petróleo en medio de una mayor demanda global.
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Estimaciones de la IEA sobre demanda mundial de petróleo
A pesar de que la mayor demanda puede tirar los precios al alza en 2023, la incertidumbre por la ralentización económica internacional y la continuación de la guerra en Ucrania, el aumento de la capacidad de refino a nivel mundial y el incremento de las reservas podrían moderar esas subidas.
En el lado de la oferta, Estados Unidos será la mayor fuente del incremento de la producción petrolera mundial, junto con Brasil, Canadá y Guyana, todos ellos no miembros de la OPEP.
Según la Agencia Internacional de Energía, la OPEP y sus aliados (OPEP+) reduzcan su producción durante este año en 870.000 b/d, mientras que los países ajenos al cartel petrolero la incrementarán en 1,9 mb/d.
Por su parte, el declive de OPEP+ estará influido por el impacto de las sanciones internacionales contra Rusia, un aliado de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), especialmente por el embargo de la Unión Europea al petróleo ruso transportado por barco y el precio tope 60 dólares por barril que le ha impuesto el G7.
La Agencia recordó que el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, había dicho que el país tendría que reducir la producción en una horquilla de 500.000-700.000 b/d, pero calcula que Rusia habrá de recortar un volumen aún mayor por el embargo europeo.
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En concreto, el documento estima que para, el final del primer trimestre, Rusia se verá obligada a disminuir su producción en 1,6 mb/d respecto a los niveles previos de la invasión de Ucrania de febrero pasado.
Eso dejaría la producción media rusa de crudo en 9,7 mb/d en 2023, con un recorte de 1,3 md/b en un año, lo que supondría una caída del 11,8 %.
La agencia destaca que en diciembre Rusia ingresó 3.000 millones de dólares menos por la venta de crudo, y que tuvo que realizar “descuentos récord” para dar salida a su producción.
(Con información de Periódico de la Energía)