Las medidas tomadas por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en sus primeros días de mandato tienen con nerviosismo a los mercados.
En campaña, el presidente brasileño prometió que quitaría los subsidios a los combustibles, sin embargo, decidió mantenerlos. Asimismo, ratificó que no privatizaría ninguna empresa pública estratégica para la economía de Brasil.
Lo anterior tiene con nerviosismo a los inversores, toda vez que las decisiones del mandatario no cayeron bien en los mercados accionarios.
Esta semana, la Bolsa de Sao Paulo cayó un 3,06 % en el primer día de negociaciones tras la posesión de Lula, mientras que las compañías más importantes del país le seguían el paso.
Las acciones ordinarias de la más grande de todas, la petrolera Petrobras, retrocedieron 6,66 %, mientras que las preferenciales hicieron lo propio cayendo 6,45 %. Entre tanto, las acciones del Banco do Brasil bajaron un 4,23 %.
Este martes, 3 de enero, la acción de Petrobras retrocedía más del 11 % en la Bolsa de Nueva York.
De acuerdo con lo registrado por TradeMap, el lunes las compañías que tienen una importante participación del Estado, como Petrobras, Banco do Brasil, Eletrobras y BB Seguridade, perdieron 31.800 millones de reales brasileños en conjuntos en valor de mercado.
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Por su parte, el dólar se fortaleció un 1,52 % el lunes frente al real brasileño, siendo esta su mayor alza en el último mes.
¿Choques en el Gobierno?
Los mercados también sienten temor por las relaciones entre el presidente Lula da Silva y su ministro de Hacienda, Fernando Haddad.
Si bien el discurso de austeridad del jefe de la cartera de Hacienda brindó alivio a los inversores, las políticas anunciadas por el presidente de Brasil han puesto en duda el futuro fiscal del país.
Haddad había asegurado que los subsidios de los combustibles serían eliminados para no afectar las cuentas públicas de Brasil, sin embargo, Lula da Silva los mantuvo.
Cabe señalar que los subsidios a los combustibles reducen la recaudación tributaria, amenaza con elevar el déficit de las cuentas públicas, que ya está elevado, y pone en duda la capacidad del Gobierno para alcanzar un superávit este año
De acuerdo con la prensa local, el presidente de Brasil decidió mantener los subsidios por recomendación de sus consejeros, que temen una subida en la inflación de su país, pues afectaría la imagen del mandatario.
«Los inversores se sienten confiados con los discursos de Haddad, pero al día siguiente escuchan lo que no quieren oír de los asesores políticos del presidente. Entonces el ministro pierde un poco de credibilidad», aseguró el jefe del sector de análisis económicos de la financiera Levante Investimentos, Enrico Cozzolino, en diálogo con EFE.
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Vale anotar que, además de mantener los subsidios en mención, el presidente de Brasil también firmó un decreto suspendiendo los estudios para la privatización de ocho compañías estatales, entre las que se incluye Petrobras.
«Haddad perdió el duelo con el ala política del Gobierno, que no quería oír hablar de aumento de gasolina en la primera semana de Gobierno y lo dejó con la imagen de frágil», dijo, por su parte, Helio Schwartsman, columnista económico del diario Folha de Sao Paulo.