El incremento en los precios de las matrículas universitarias para 2023 en Colombia ha desatado polémica, debido a las alzas, las cuales son superiores a las de años anteriores, por lo que se han generado las protestas por parte de los estudiantes.
El 12,2 % ha sido el incremento en algunas instituciones privadas teniendo en cuenta el aumento de la inflación a fecha de noviembre de este año.
“Son evidentes los problemas que existen por los altos costos de las matrículas de la educación, lo que se traducen en que los estudiantes de las principales universidades están protestando.
Es importante usar la tecnología como canal para poder incrementar el alcance y acceso de la educación, así como lograr una reducción y una optimización de los costos de las matrículas”, expresó Magdi Khalifah, gerente de operaciones Bluhartmann.
Los altos costos de las matrículas en la educación, los altos intereses de los créditos, las dificultades al tratar de obtener un crédito, las tasas de interés y el lograr cumplir una serie de requisitos para obtener el crédito, son las principales problemáticas.
“Por esto, en Bluhartmann, creamos un modelo de financiación de las matrículas de los estudiantes basado en la confianza, creemos que nos van a pagar porque les brindamos la posibilidad de estudiar, nosotros no revisamos centrales de riesgo, brindamos préstamos a reportados, sin cobro de intereses, a la persona no se le solicita ningún documento a la hora de firmar un crédito, firma que se compromete a hacer los pagos”, añadió Khalifah.
En la Fundación de Educación Superior San José financiaron a 4.500 estudiantes a nivel nacional, a quienes prepararon para la realidad laboral, de un mundo cambiante mediante la neoeducación.
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Esta neoeducación ataca los principales problemas del sistema educativo tradicional: desconexión entre la academia tradicional y realidad laboral, pensum desactualizados y una necesidad latente para que las universidades reformulen lo que están enseñando.
Más cobertura y calidad, menos costo
El concepto de Neoeducación, surgió ante la necesidad de replantear la educación tradicional, donde se requiere un promedio de 5 años de estudio para realizar un pregrado.
“Utilizamos días festivos y no hay períodos vacacionales de 2 meses cada semestre, de esta manera se logra optimizar el tiempo y es posible reducir los periodos de estudio a 10 meses para una carrera tecnológica y dos años para una carrera profesional.
Además, todos los graduados pagaron la totalidad de su estudio sin acudir a fiadores, con créditos directos con la universidad, mediante un modelo de financiación basado en la confianza”.
La meta de Bluhartmann en 10 años es lograr ofertar periodos académicos en Colombia con valor de US$1 y ampliarla a otros países de la región.
Por otro lado, los 4.500 graduados a nivel nacional durante este semestre recibirán su acta de grado y diploma en un código Blockchain validado para 79 países.
“La Blockchain se puede definir como una estructura matemática para almacenar datos de una manera que es casi imposible de falsificar, nosotros entregamos los documentos en físico, pero adicionalmente los registramos en esta tecnología para que cualquier persona en cualquier parte del mundo pueda autenticar su legitimidad”.
