El ministro de Hacienda de Colombia, José Antonio Ocampo, dio a conocer los nuevos supuestos macro del gobierno del presidente Gustavo Petro, enmarcados en el Plan Financiero.
Dentro de la actualización de pronósticos, Ocampo fue enfático en las nuevas estimaciones sobre lo que sería el crecimiento económico del país, el comportamiento de la inflación, así como qué se espera pase con la deuda en el corto, mediano y largo plazo, todo esto en el marco del nuevo Plan Financiero.
Según se lee en el Plan Financiero, el PIB de Colombia crecería 8,2 % en 2022 y 1,3 % para 2023. El pronóstico de 2022 es superior frente al anterior 7,7 %, al tiempo que el del año entrante es menor al 1,8 % previsto anteriormente.
Mientras tanto, la inflación cerraría año 2022 en el 12,2 % y bajaría hasta el 7,2 % en 2023.
El pronóstico de déficit fiscal para 2022 también mejora desde el -7,1 % al -5,5 % como proporción del PIB, mientras que el del 2023 pasa de -4,0 % al -3,8 %.
En este punto, el déficit total cae 2 puntos porcentuales, lo que explicó Ocampo es consistente con un superávit primario del 0,6 % del PIB, superando de esta manera el resultado esperado en el Presupuesto General de la Nación del 2023.
Un punto llamativo tiene en cuenta el hecho de que en 2022 el país cerraría con un sobrecumplimiento de 2,9 puntos porcentuales del PIB de la meta establecida en la Regla Fiscal.
Ocampo también dijo que se espera entonces mayor recaudo tributario, teniendo en cuenta los ingresos por la reforma tributaria, llegando a ser entonces de un total del orden de los $319,32 billones, mientras que el gasto total será de $378,63 billones.
“Se estima un ajuste fiscal de 1,7 puntos porcentuales del PIB entre 2022, siendo este el registro más alto desde el año de 1993”, agregó Ocampo en la presentación del Plan Financiero.
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De otro lado, el gobierno nacional espera que el financiamiento del año entrante demande US$5.100 millones de recursos externos y $36 billones internos en TES, lo que garantiza recursos extraordinarios para el pago de la deuda externa para 2023.
Adicionalmente, son $20 billones de gasto primario: lo que se debe ajustar es cuánto se presupuesta sobre el servicio a la deuda. Se pasa de $33,3 billones a $27 billones en subastas, más $1 billón de subastas verdes.
El punto llamativo también está en que 2022 y 2023 se evidencia una reducción en los desembolsos internos y una recomposición en los desembolsos externos. Pasan los internos de $40,8 billones en 2022 a $36,2 billones.
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Con esto de base, la deuda neta del gobierno general para 2023 se va a reducir: pasando del 51,3 % del PIB en 2021, a 50,5 % en 2022 y 48,6 % en 2023.
Al tiempo que la deuda neta del Gobierno Nacional Central pasaría del 59,6 % en 2022 a 57,5 % en 2023. De esta manera, la deuda entraría a un proceso de estabilización hasta el 56,3 % a cierre de 2023.
