La compañía de macroproyectos de real estate con activos administrados por US$600 millones promueve el complejo Lagos de Torca, en conjunto con Amarilo.
Yellowstone, de la mano de co-inversionistas institucionales y estratégicos, anunció el cierre de una participación mayoritaria en el proyecto de vivienda sostenible a gran escala, Hacienda el Bosque, en Ciudad Lagos de Torca, a ser desarrollada con la constructora Amarilo.
“Esta transacción, en la cual Yellowstone invertirá $332.000 millones, ratifica nuestro compromiso, a través de inversiones de alto impacto, para la construcción de país con visión de largo plazo y bajo los más altos estándares institucionales, medioambientales y de inclusión social”, explica el presidente de Yellowstone, Luis Fernando Ramírez.
Por su parte, Juan Carlos Moreno, Chief Investment Officer de Yellowstone señaló: “Con la materialización de este hito histórico, Yellowstone cumple la meta de invertir su fondo institucional antes de tiempo y de manera exitosa, con resultados mejores a lo esperado. Lo anterior, abre el camino para el lanzamiento del cuarto fondo de Yellowstone, que replicaría la estrategia de inversión y track record comprobados de los fondos antecesores.”
Acerca de Yellowstone
Yellowstone es un gestor de fondos de capital privado de real estate panamericano con activos bajo administración de US$600 millones, integrado verticalmente, con operaciones en Colombia y los Estados Unidos. La estrategia de la firma está enfocada, principalmente, en el desarrollo, financiación y operación de comunidades sostenibles con los más altos estándares institucionales de inversión responsable.
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El Macroproyecto Lagos de Torca que abarca 1.803 Ha de área bruta y que busca desarrollar 135.000 viviendas para alojar alrededor de 500.000 habitantes, es uno de los desarrollos más ambiciosos que ha tenido el país en materia de sostenibilidad, siendo uno de sus principales objetivos el restablecimiento del humedal Torca-Guaymaral, que pasará de 34 Ha a 75 Ha totalmente protegidas y recuperadas.
Lo anterior, permitiría devolverle el hábitat a las especies nativas que se vieron afectadas por el cruce de la Autopista Norte sobre el humedal y por el desarrollo desorganizado del norte de Bogotá durante las últimas décadas. Por otro lado, la cobertura de árboles aumentaría de 18 a 400 Ha, que es equivalente a un incremento de 5.000 a 100.000 árboles.
Adicionalmente, se cuenta con un componente de inclusión social profundo, reflejado en una mezcla de vivienda regulada por decreto de VIS/VIP y No VIS de mínimo 40% y máximo 60%, respectivamente, donde independientemente del estrato socioeconómico, todos los habitantes tendrían el mismo acceso a los bienes públicos y recreativos que abarcarían alrededor de 600 Ha, incluyendo el Hospital del Norte (inversión estimada de $1 billón) y el Parque Metropolitano Guaymaral (mayor área que la del Simón Bolívar), al igual que diferentes colegios, jardines infantiles, centros culturales, iglesias, entre otros.
En términos de movilidad, se destinarían 300 Ha para la creación de nuevas avenidas y extensión de avenidas ya existentes, tales como la Polo, Guaymaral y Laureano Gomez, las cuales a su vez incluirían 150 km de ciclorutas. Como resultado de lo anterior, se mejorarían sustancialmente los tiempos de viaje y la calidad de vida de los habitantes, sobre todo de la clase trabajadora y media, al mismo tiempo que se reducirían los gases de efecto invernadero, mejorando así la calidad del aire.
