Bia es una startup que, a través de medidores inteligentes, permite monitorear el consumo desglosado de energía en tiempo real y reducir costos.
Si al no estar satisfechos con un servicio de telefonía celular, podemos cambiar de compañía, ¿por qué no hacemos lo mismo ante un proveedor deficiente de energía eléctrica? Sí, cambiarse es posible y, con el apoyo de la tecnología, muy sencillo.
Según el artículo 9 de la ley 142 de servicios públicos domiciliarios, desde 1994 los colombianos pueden elegir libremente a su comercializador de energía eléctrica. De hecho, estas compañías están obligadas a informar a sus usuarios sobre este derecho. Aun así, gran parte de la población no lo sabe y se queda cautiva con el mismo proveedor de por vida, a pesar de recibir un servicio que no es el ideal. Por ejemplo, mes con mes los consumidores reciben una hoja física que solo indica cuánto pagar; no hay un desglose de costos o una explicación del porqué de los aumentos.
Bia es una startup que viene a romper este paradigma y ponerse del lado del consumidor. Todo comienza con el cambio del medidor tradicional de energía por un medidor inteligente, y a través de algoritmos propios de desagregación de data y su plataforma tecnológica, pueden consultarse en tiempo real los datos de patrones de consumo, desglosados por periodos de tiempo e incluso por equipos que más consumen energía.
Con estas herramientas, el usuario ya no está ciego; puede saber cuánto consume, en qué y cuánto le cuesta. La transparencia e inmediatez son completas. El cambio de servicio no requiere gran esfuerzo: Bia se encarga de todo el proceso de instalación, con un proceso de autorregistro digital de cuatro simples pasos.
La idea que viene de tres emprendedores digitales
Esta propuesta viene de Sebastián Ruales y Guillermo Plaza, ex colaboradores de Rappi, quienes contribuyeron al crecimiento del gigante del retail en sus primeras etapas; y Leonardo Velázquez, un emprendedor con más de 12 años de experiencia en el sector energético. Los tres coinciden en la necesidad de una revolución en la forma en que se consume y se cobra la energía.
“En el sector de la energía no ha habido un gran disruptor, y creemos que Bia puede serlo. La banca tuvo a Nu, el retail tuvo a Rappi, el cine tuvo a Netflix, los taxis tuvieron a Uber, pero en la energía no ha llegado nadie aún y creemos que es momento de que alguien replique ese efecto, que es enorme”, comenta Ruales.
Recomendado: Colombia modificó sus reglas de autogeneración a pequeña escala y generación distribuida de energía
Esta vuelta de tuerca incluye varios beneficios que las comercializadoras tradicionales no suelen ofrecer. Con Bia, el usuario puede saber su consumo diario en kilovatios-hora, los equipos que más energía consumen, ver comparativos entre períodos similares, recibir un servicio al cliente 24/7 a través de la app, además de obtener un recibo transparente y detallado a la hora de realizar el pago. Gracias a estos datos, el usuario realmente puede tomar el control de su servicio de energía y tomar mejores decisiones, con el fin de optimizar su consumo. Además, Bia permite unificar en un solo pago las facturas de varias sucursales y otorga 1% de cashback con cada factura liquidada.
“Gracias a nuestra tecnología centrada en el consumidor y nuestros esquemas de costos, el usuario medio podrá ahorrar hasta un 10% adicional en su factura mensual siguiendo las recomendaciones y notificaciones de la app”, resalta Guillermo Plaza.
Esta es una noticia esperanzadora, si se toma en cuenta que, en 12 meses con corte en septiembre, los precios de la energía en Colombia se incrementaron 27.29%, y aún más en algunas regiones, como el Caribe, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
Bia ya consiguió levantar un capital presemilla de US$6 millones a través de fondos de inversión, entre los que están Canary, Nazca y Opera Ventures, así como de capitanes de empresas como Rappi, Frubana y Muncher. Para finales de 2022, su pronóstico es alcanzar una facturación de un millón de dólares mensuales. Este ingreso servirá para invertir en la logística e infraestructura que les permitan llegar a más hogares colombianos, a fin de hacer posible la energía barata, transparente y eficiente para todos.