El BID Invest destacó que el hidrógeno verde puede revolucionar tanto la energía como la industria y el transporte de América Latina, para posicionarla como un polo global del llamado “vector energético del futuro”.
En el marco de los procesos de transición energética y descarbonización de las matrices de generación de electricidad de la región, el hidrógeno verde se está posicionando como una solución de relevancia estratégica en América Latina y el Caribe (ALC).
La clave de esta tecnología está en su articulación sectorial, tanto en energía como industria y transporte, que permitirá a la región posicionarse como uno de los polos globales de producción del “vector energético del futuro”.
Aun así, existen importantes retos para su despliegue sostenido que se deben tener en cuenta para su masificación:
Estos retos –de capacidades, institucionalidad, tecnológicos, de mercado y financiamiento– deben ser abordados para que América Latina dé el salto hacia el hidrógeno verde que sus condiciones naturales le permiten dar, según explicó el BID Invest.
Recomendado: Nuevos proyectos de hidrógeno de Ecopetrol mejorarán calidad de combustibles
Los retos del hidrógeno verde en América Latina y el Caribe
- Reto 1: Hay que cerrar la brecha de capacidades y de conocimiento
Las agencias de gobierno, entidades financieras, y desarrolladores de proyectos deben fortalecer sus capacidades técnicas (entendimiento de la tecnología, sus riesgos, y capacidad de generar valor), de manera que pueda gestionarse un ecosistema articulado y maduro de planeación y ejecución de proyectos alineado con los planes energéticos nacionales de cada país y sus metas de descarbonización.
- Reto 2: El desarrollo de proyectos de hidrógeno verde representa un despliegue agresivo de capacidad instalada de renovables
La cantidad de proyectos de hidrógeno verde basados en electrólisis con base en energías renovables puede llegar a equivaler al 50 % de la capacidad instalada total en generación en los respectivos países.
Por ejemplo, en el caso de Chile, se busca tener una capacidad de electrólisis de 5 gigavatios (GW) en 2025, y 25 GW a 2030, y prácticamente el doble en capacidad nueva en energía renovable siguiendo el ratio 2:1.
El desarrollo y ejecución de estos proyectos de infraestructura llevará de por si esfuerzos y necesidades de nuevas capacidades en los sectores privado y público superiores a los vistos hasta ahora.
Según el BID, Chile es un país que ha estado invirtiendo aceleradamente en generación renovable cada año, con 1 GW durante 2022, y esto significará multiplicar por cinco la inversión hasta 2030.
Recomendado: EDF, Siemens Energy y Northland Power estarán junto a Ecopetrol en proyecto de hidrógeno verde
Chile actualmente tiene una capacidad de 10,4 GW en renovables variables (solar y eólica).
- Reto 3: Los proyectos para atender la demanda doméstica no pueden desarrollarse en silos
Si algo han demostrado los casos exitosos de desarrollo de proyectos en la escala comercial (varios MW) de hidrógeno verde, es la importancia de desarrollar ecosistemas completos (como los “valles de hidrógeno») para tener redundancia en la demanda y reducir los riesgos técnicos y financieros.
Por ende, los proyectos que se desarrollen en la etapa de maduración del mercado (2022-2030) deben buscar integrar compradores variados del hidrógeno producido durante las fases de planeación y estructuración, que permitan identificar diversas fuentes de ingresos que reduzcan el riesgo de la inversión.
Las áreas industriales son excelentes candidatos para el desarrollo de pilotos comerciales ambiciosos, justamente por esta característica, explicó el BID.
- Reto 4: Cerrar la brecha de financiación
Dada la magnitud de las inversiones necesarias para los grandes proyectos de hidrógeno verde, el acceso a capital de largo plazo será clave. Estos mecanismos deben considerar tanto inversión directa de capital como financiamiento de largo plazo.
Será importantes los instrumentos de cobertura, preferiblemente a través de financiamiento concesional o coberturas emitidas por los países importadores de hidrógeno verde, y/o través de la monetización de las externalidades y beneficios ambientales que generan dichos proyectos.
Recomendado: Alianza internacional desarrollará primer Hub de hidrógeno verde de Colombia
Para el BID es clave contar con programas de creación de capacidades técnicas en las instituciones financieras, y con proyectos piloto exitosos será útil para superar este reto.
El entusiasmo del BID con el hidrógeno verde
El Grupo BID, incluyendo BID Invest, cree firmemente en el hidrógeno verde como una de las tecnologías que permitirá alcanzar los compromisos de mitigación al cambio climático de la región.
Desde 2018, el Grupo viene prestando apoyo a la región en la creación de capacidades y establecimiento de las condiciones favorables que permitirán realizar inversiones exitosas en hidrógeno verde en las próximas décadas.
Puntualmente, el BID ha colaborado con diversas agencias de gobierno en Chile, Colombia, Uruguay, y Costa Rica, entre otros países, en la construcción de sus hojas de ruta nacionales para la promoción del hidrógeno y para crear condiciones habilitantes de mercado.
BID Invest, por su parte, está trabajando con empresas privadas (tanto multinacionales extranjeras con presencia en la región como empresas nacionales y multinacionales de la región) en la creación de capacidades técnicas y analíticas, la identificación de oportunidades de adopción temprana de la tecnología, y el desarrollo de productos financieros hechos a la medida de sus proyectos de hidrógeno.
En 2022, BID Invest, junto con IFC, apoyaron el proyecto Renewstable Barbados desarrollado por Hydrogène de France (HDF) y Rubis, que consiste en la instalación de un parque fotovoltaico de 50 megavatios (MW) con almacenamiento de baterías de iones de litio e hidrógeno verde que proporcionará electricidad fiable y limpia a la red de Barbados.
Recomendado: Ecopetrol y Toyota iniciarán pruebas de movilidad con hidrógeno en Colombia
La institución está trabajando con otras empresas de generación de electricidad, transportadores de gas, e instalaciones industriales y manufactureras de la región en robustecer su portafolio de proyectos de hidrógeno verde.
“Consideramos que el hidrógeno verde debe articularse de manera coordinada con otras tecnologías habilitadoras de la descarbonización de los sectores productivos de la región, como las renovables, las baterías a gran escala, la movilidad eléctrica, y la captura de carbono, para lograr alcanzar las metas climáticas de la región”, resaltó el BID Invest.
Dado que el Grupo BID ha indicado que, a partir del primero de enero de 2023, todas sus inversiones serán consistentes con el Acuerdo de París, se espera que los proyectos de hidrógeno verde constituyan cada vez más una proporción importante de las inversiones en la región.