Con reforma tributaria en Colombia, una inflación superior al 10% y una devaluación de 24% es que surgen empresas, gracias al intraemprendimiento.
En medio de las mayores crisis en el mundo, se fundaron compañías como Uber, Dropbox y hasta Disney, puesto que ya la historia ha comprobado que las ideas más innovadoras son las que triunfan en momentos difíciles. Y en la actualidad son los intraemprendimientos o emprendimientos corporativos, que se posicionan como una de las grandes soluciones para que compañías de diferentes sectores logren responder a los retos e innovar en el actual contexto.
En medio de un panorama mundial complicado a causa de la devaluación de las monedas, la alta inflación y la escasez en las materias primas, los colombianos están a la espera de una reforma tributaria que busca recaudar $22 billones en su primer año de vigencia y que se estima, podría llegar a ascender a los $25 billones en el último año del gobierno de Gustavo Petro.
Y si bien, estos cambios impactarán a diferentes sectores de la sociedad, uno de los que más deberá asumir retos será el empresarial, puesto que no solo deberá desarrollar propuestas más innovadoras como respuesta a todo lo que pasa en el contexto macroeconómico global, sino que estas propuestas deberán ajustarse al complejo entorno nacional de altos impuestos, una alta inflación y una fuerte devaluación.
Y es que si bien se han realizado grandes modificaciones al proyecto de reforma inicial en cuanto a los impuestos a las pensiones, a los dividendos, el impuesto al patrimonio, entre otros, según la propuesta del Ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, las empresas, seguirán siendo la principal fuente de recaudo, pues se proyecta que además de aumentos en las tarifas de impuestos sobre la renta y sobretasas a sectores como el de hidrocarburos y el financiero, se eliminarán una cantidad de beneficios tributarios como las tarifas preferenciales para las compañías del sector turismo, las exenciones para las empresas de la economía naranja, entre muchas otras.
“En el caso de Colombia, además del riesgo de recesión, tenemos el riesgo de una inflación grande; y si se combinan esas dos cosas podemos estar cayendo en el peor escenario que nos podamos imaginar los economistas, que es el riesgo de poder caer en una estanflación”, afirmó Bruce Mac Master, presidente de la ANDI.
El panorama tributario, sumado a la inflación por encima del 10% y a una devaluación del peso colombiano frente al dólar que supera el 24,8% convirtiéndola en una de las 3 monedas más devaluadas en Latinoamérica, genera un entorno supremamente volátil, incierto, complejo y ambiguo (conocido como contexto VUCA) que plantea grandes desafíos a la hora de tomar decisiones estratégicas de operación e inversión en las empresas.
Sin embargo, es bien conocido que de las grandes crisis emergen grandes oportunidades, pues las personas cambian, y así mismo lo hacen sus necesidades y problemas, abriendo espacio para nuevas propuestas de valor e innovaciones.
La historia muestra que compañías como Uber o Airbnb nacieron durante y gracias a la crisis del 2008, cuando miles de desempleados necesitaba generar ingresos y lo pudieron hacer rentando sus habitaciones o sus carros, también lo hizo en ese año Dropbox; y así mismo, lo hicieron Electronic Arts en 1982, General Electric en 1892, General Motors en 1908, y hasta Disney en la gran depresión de 1929 para entretener a un mundo sin esperanzas.
Experto hace un llamado a aprovechar el intraemprendimiento
Así entonces, “resulta evidente que es bajo este panorama complejo que estamos viviendo donde la innovación y el emprendimiento, especialmente el emprendimiento corporativo, cobran suma relevancia y se convierten en una oportunidad para que las empresas se atrevan a invertir en nutrir sus ventajas competitivas del presente y desarrollar las del futuro, aprovechando las nuevas posibilidades que se derivan de todo este maravilloso, pero doloroso caos”, afirma Sebastian Castrillón.
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Este llamado a invertir en innovación en tiempos de crisis es complicado de asimilar, pero se hace evidente su importancia con las cifras actuales del sector empresarial. De acuerdo al último informe entregado por la ANDI, si bien el 81% de las grandes empresas del país aún no tienen un vehículo formal para inversión en Startups (emprendimientos de alto impacto), actualmente existen al menos 31 fondos de capital de riesgo corporativo (conocido como CVC – Corporate Venture Capital) formalmente estructurados que invirtieron más de US$ 3,7 millones en startups durante el último año para llevar adelante proyectos de innovación corporativa, incluyendo algunos intraemprendimientos.
En tiempos pre-pandemia, es decir, “pre-crisis”, esta cifra era inferior a 10 fondos.
A su vez, desde Estratek reportaron la administración de más de US$ 3,5 millones de dólares de inversión corporativa en proyectos de intraemprendimiento con los que se generaron más de US$38,5 millones en ganancias en los últimos 3 años para aquellas empresas que han apostado por capitalizar las nuevas oportunidades que plantearon en su momento la pandemia del Covid-19, los estallidos sociales de 2021, las crisis de los contenedores y materias primas, entre otros; demostrando que este tipo de inversiones pueden generar retornos importantes en el mediano plazo con transformaciones profundas de largo plazo en los modelos de negocio.
Bien reza el dicho que “en tiempos de lluvia, algunos corren a esconderse y otros salen a vender paraguas”, lo que indica que es ahora cuando las compañías colombianas deben, en lugar de replegarse, apostar por desarrollar proyectos de innovación, por intraemprender nuevos negocios que sirvan a nuevos segmentos y por colaborar con emprendedores para crear más valor y tejido empresarial, todo con el objetivo de estar a la altura de las necesidades cambiantes que se requieren en el mercado.
Finalmente, “es importante que el empresariado colombiano decida utilizar toda esa inercia macroeconómica adversa en su favor para reinventarse, hallar nuevas rutas de crecimiento, diversificar el portafolio de productos y servicios, abrir líneas de negocio nuevas, aprovechar materiales que se subutilizan, conquistar nuevos mercados para beneficiarse de la devaluación, y muchas otras formas posibles para seguir creciendo y transformarse a través del intraemprendimiento, una práctica, que ya se viene extiendo en el ecosistema empresarial colombiano durante los últimos años”, concluyó Castrillón.