El Senado de Colombia ya aprobó buena parte de la reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro.
Este miércoles, 2 de septiembre, la cámara alta avanza en el debate definitivo del proyecto fiscal, que pretende un recaudo adicional de unos $20 billones.
Hasta el momento, se han avalado una decena de artículos de la reforma tributaria que no tenían proposiciones (cambios) frente a la ponencia radicada por el Ministerio de Hacienda.
Es el caso de los impuestos a dividendos, que estarán sujetas a la tarifa del 10 % a título de retención en la fuente sobre el impuesto de renta.
Adicionalmente, se le dio luz verde a cambiar de 10 % a 3 % las exenciones a las utilidades provenientes de la venta de acciones inscritas en la Bolsa de Valores de Colombia (bvc).
El Senado también aprobó los cambios a los impuestos a ganancias ocasionales, los cuales quedarían de la siguiente forma:
- Herencias y sucesiones: 15 %
- Rifas y loterías: 25 %
La Plenaria del Senado dio humo blanco, además, a que la exención del 4×1.000 a transacciones de menos de $13 millones se amplíe a varias cuentas de ahorros y no una sola.
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En la ponencia también se aprobó darles facultades extraordinarias a la DIAN para fortalecer su institucionalidad, de tal forma que mejore su comportamiento tributario y aduanero.
De otro lado, los senadores eliminaron uno de los artículos más polémicos de la reforma tributaria de Petro, que permitía darles beneficios a quienes recibían pensiones en el extranjero o de entidades multilaterales.
En contraste, los puntos para gravar a las plataformas tecnológicas que operan en Colombia y los impuestos a plásticos de un solo uso se mantuvieron en la reforma tributaria.
A esta hora, el Senado continúan con la discusión del articulado, en particular con los puntos que más polémica han generado en Colombia.
De acuerdo con el senador Gustavo Bolívar, ya se ha aprobado el 90 % de la reforma tributaria de Petro en el Senado.
No obstante, los parlamentarios mantienen discusiones acerca de temas de gran calado, como los impuestos a las iglesias, con los cuales se pretende que paguen por los ingresos provenientes de actividades no relacionadas con la fe.