A marzo de 2022, el acceso de los adultos colombianos al sistema financiero ascendió a 91,2%, 0,7 puntos porcentuales (p.p.) por encima de la cifra del trimestre anterior.
Banca de las Oportunidades presentó su Reporte de Inclusión Financiera correspondiente al primer trimestre de 2022. Colombia continúa consolidando la senda de crecimiento del indicador de acceso a productos financieros formales. A marzo de 2022, el número de adultos con al menos un producto financiero de depósito o de crédito en establecimientos de crédito, cooperativas con actividad financiera y ONG microcrediticias llegó a 33,9 millones, correspondiente al 91,2% de la población adulta del país. De estos, 28,3 millones tenían un producto financiero activo o vigente, correspondiente a un indicador de uso del 76,2%.
La mayor penetración de los productos financieros se ha generado desde los productos de depósito o transaccionales. El 90% de adultos, es decir, 33,4 millones contaban con, al menos, un producto de depósito al finalizar marzo, 0,9 puntos porcentuales (p.p.) por encima de diciembre de 2021.
Resultados en cuentas de ahorro y billeteras móviles
Las cuentas de ahorros siguen siendo el producto de mayor incidencia, 29,3 millones de adultos contaban con al menos una y 19,4 millones las mantenían activas. Por su parte, los productos digitales como las billeteras o monederos electrónicos continúan ganando terreno, alcanzando los 21,7 millones de usuarios, de estos 16,4 millones se encontraban activas.
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“La pandemia llevó a millones de colombianos a cambiar la forma en que pagaban sus alimentos o la factura de servicios públicos, generando un mayor uso de los pagos digitales. Tenemos una oportunidad crucial de consolidar un ecosistema de pagos digitales inclusivo que, a su vez, pueda desempeñar un papel fundamental en la dinamización del acceso al financiamiento” afirmó Paola Arias, directora de Banca de las Oportunidades.
Por su parte, el acceso al financiamiento se encuentra más rezagado. El 34,6% de la población adulta del país tiene al menos un producto de crédito vigente, lo que equivale a 12,8 millones de personas. La tarjeta de crédito fue la más utilizada con 8 millones, seguida por el crédito de consumo, con 7,1 millones y el microcrédito, con 2,3 millones.
“Mejorar el acceso al financiamiento de la población desatendida, como los micronegocios, la población rural y las mujeres, y encontrar soluciones innovadoras y disruptivas para generar una base amplia y diversificada de fuentes de financiación, que incorpore tanto a la banca pública como privada y a los esquemas cooperativos, es una prioridad del Gobierno Nacional”, puntualizó Paola Arias.
¿Persisten las brechas de ruralidad, regiones y género?
Los avances en el indicador de acceso han sido heterogéneos, toda vez que la que oferta de servicios financieros no ha llegado de la misma manera a las distintas regiones y zonas del país, ni tanto a hombres y mujeres.
Respecto a la ruralidad, aún hay mucho por hacer en las zonas más apartadas, pues el porcentaje de personas con al menos un producto financiero sigue siendo mayor en las zonas urbanas (94,7%) que en las rurales (63,9%). Este mismo comportamiento tuvo el indicador de uso.
Así, las zonas del Eje Cafetero, Centro Oriente y Centro Sur fueron las que más accedieron (indicador por encima del 88%) y las que más usaron el sistema financiero formal (cifra sobre el 72%). En contraste, las más relegadas siguen siendo Pacífico, Caribe y Llanos.
En cuanto a los departamentos, los datos más altos se dieron en Antioquia, Huila, Valle del Cauca, Risaralda y Santander donde se registraron cifras de acceso por encima del 90%, mientras que La Guajira, Amazonas, Chocó, Vaupés, Vichada y Guainía mostraron los resultados más bajos.
Desde la perspectiva de género, las mujeres (87,8%) continúan teniendo un menor acceso a los servicios financieros que los hombres (94,3%). En comparación con diciembre de 2021, el acceso para ellos aumentó 0,6 puntos porcentuales, mientras que para ellas, 0,5 puntos porcentuales. Respecto al uso, el comportamiento fue similar, las mujeres tienen un porcentaje de productos activos de un 74%, mientras que los hombres de un 78%.