La ministra de Agricultura, Cecilia López, anunció que este jueves se concretó un acuerdo con la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) para la compra de tierras que ayudarán a avanzar en la reforma agraria del país.
Hay que mencionar que para llevar a cabo de la reforma agraria se requiere la compra de 3 millones de hectáreas, que, entre otras, serían compradas a empresarios de ese gremio.
“Este es un acto histórico. Empieza el tercer componente de la reforma agraria. Ya teníamos el primero que es la titulación, estábamos titulando más de 600.000. Segundo, sabemos que lo de la SAE (Sociedad de Activos Especiales) está en proceso, donde se arrendarán 125.000 hectáreas para organizaciones campesinas; y hoy arranca la compra de tierras con el ofrecimiento de Fedegán”, dijo la funcionaria.
Agregó que “José Félix Lafaurie ha hecho una labor extraordinaria y queremos reconocer que es una señal para ese sector que debe apoyar al Gobierno y este sector privado que sí cree que la reforma agraria es una realidad”.
Para mañana, 7 de octubre a las 9:00 a.m. está previsto que se firme el acuerdo oficialmente, en el que se darán más detalles.
La compra de tierras
El presidente de Colombia Gustavo Petro en las ultimas semanas había venido insistiendo en que el cumplimiento del punto uno del acuerdo de paz con las Farc, sobre reforma rural integral contemplaba, en primera instancia, la ejecución de la reforma agraria en el país.
Esta última, necesita tres millones de hectáreas que el mandatario venía insistiendo en que requerían ser compradas y que podrían costar alrededor de $60 billones.
En entrevista con Valora Analitk, Diego Bautista, presidente de la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), en línea con las afirmaciones del Ministerio, se refirió al tema argumentando que el mayor porcentaje de los terrenos serían comprados, pero que otra parte provendrían de terrenos baldíos y de la SAE.
Frente a la compra manifestó: “Hay unos mecanismos para comprar que tienen que ver con bonos de deuda y con otra serie de mecanismos financieros que nos permiten hacer una senda mucho más larga en el tiempo”, señaló.
Y añadió que estos darían un plazo de “más de 10 o 15 años, para no afectar los flujos anuales de inversión porque si hacemos eso en pocos años asfixiamos la inversión en otros sectores como educación e infraestructura”.