Moody’s Investors Service confirmó este martes las calificaciones senior no garantizadas y de emisor a largo plazo en moneda local y extranjera de Ca del Gobierno de Argentina.
Asimismo, ratificó las calificaciones senior no garantizadas (P)Ca de registros de estanterías e informó que la calificación de emisor de corto plazo de Argentina “también se afirmó en Not Prime (NP). La perspectiva se mantiene estable”. Lea más en noticias económicas internacionales.
De acuerdo con lo señalado por la calificadora de riesgo, la decisión de afirmar las calificaciones de Ca para el Gobierno de Argentina “equilibra el acceso limitado al mercado, la débil gobernanza y el historial de reestructuraciones de deuda recurrentes” que tiene el país suramericano con los esfuerzos recientes para “organizar medidas fiscales y monetarias” y así comenzar a abordar los desequilibrios macroeconómicos subyacentes en el contexto del programa del Fondo Monetario Internacional (FMI) que se aprobó a principios de 2022.
“En este nivel de calificación, la perspectiva estable implica que es poco probable que las condiciones crediticias generales mejoren materialmente y, en consecuencia, las pérdidas esperadas se mantienen alineadas con las asociadas con una calificación de Ca”, indicó Moody’s.
La calificadora también señaló que los techos en moneda local y en moneda extranjera se mantuvieron sin cambios.
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“El techo en moneda local de Caa1 está tres escalones por encima de la calificación soberana, lo que refleja el grado de intervención del gobierno en la economía y el respeto comparativamente bajo por el estado de derecho”, precisó Moody’s.
En lo que respecta al techo de moneda extranjera, Caa3, dijo que está dos escalones por debajo del techo de moneda local, lo que refleja el alto riesgo de los controles de transferencia y convertibilidad en caso de incumplimiento.
El historial de Argentina
Moody’s hizo énfasis en que Argentina tiene un historial de formulación de políticas crediticias negativas, no sin antes recordar que, a la fecha, el país enfrenta una serie de desafíos macroeconómicos que, a juicio de la calificadora, “probablemente prolonguen los riesgos crediticios existentes”.
De acuerdo con la compañía, tanto la falta de acceso al mercado como los persistentes desequilibrios macroeconómicos continúan socavando el perfil crediticio soberano.
“A pesar de que Argentina ha firmado una Facilidad Ampliada del Fondo con el FMI, la falta de consenso político sobre el ritmo y la dirección de la consolidación fiscal probablemente obstaculizará la capacidad del gobierno para cumplir con los objetivos de manera consistente durante la duración del programa”, indicó.
Continuó señalando que la falta de acceso al mercado “adecuado y constante” continúa siendo una de las “principales restricciones crediticias de Argentina” la cual afecta a las obligaciones en moneda extranjera y en moneda local.
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Asimismo, el historial de incumplimientos recurrentes que recae sobre Argentina y el marco institucional débil que mantiene limitan al país para acceder a la financiación transfronteriza.
Inflación al alza
Lo anterior sin olvidar que las fuertes presiones inflacionarias que ha vivido el país en los últimos tiempos y la confiscación de ahorros internos “han llevado a un sistema financiero comparativamente subdesarrollado, condiciones que restringen el acceso al financiamiento en pesos”.
Es de recordar que la inflación mensual fue del 7 % en agosto, mientras que la inflación de los 12 meses anteriores alcanzó el 78,5 %.
Entre tanto, los cálculos de Moody’s prevén que el costo de vida en Argentina alcanzará el 85 % en 2022 y el 80 % en 2023, “con riesgos al alza para ambas proyecciones”.
“La inflación es muy susceptible a las perturbaciones del tipo de cambio y una devaluación abrupta, como la provocada por la falta de suficientes reservas internacionales para defender la moneda, impulsaría la inflación aún más”, indicó la calificadora de riesgo.
De acuerdo con Moody’s, las reservas internacionales se situaron en US$37.600 millones el 21 de septiembre.
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“Esto representa un aumento de US$1.000 millones desde principios de mes después de que el gobierno anunciara condiciones más favorables para ciertos exportadores que vendieron dólares al banco central para aumentar las reservas generales. Pero las reservas utilizables son mucho menores. La cifra bruta incluye swaps de divisas, ciertos depósitos del sector privado y préstamos bilaterales oficiales. Excluyendo estos elementos, Argentina queda con reservas netas de menos de US$2.000 millones”, indicó la calificadora.
Acuerdo con el FMI
Por último, recordó que, a principios de 2022, Argentina firmó una nueva Facilidad de Fondo Ampliado (EFF) de US$44.000 millones a 30 meses con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El 19 de septiembre, el FMI anunció que había llegado a un acuerdo a nivel de personal sobre la segunda revisión del EFF.
“El pleno cumplimiento de los objetivos de la EFF requerirá continuar con la consolidación fiscal en 2023, un año de elecciones presidenciales. Este será un desafío significativo para Argentina dadas las diferencias políticas dentro de la coalición gobernante sobre el ritmo de la consolidación fiscal”, concluyó la calificadora de riesgo.
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Moody’s prevé que el déficit primario para 2022 y 2023 “incumplirá las metas del FMI, alcanzando 2,7 % y 2,3 % del PIB respectivamente”.