El presidente de Colombia, Gustavo Petro, realizó este martes una intervención ante la 77° Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en la que expuso temas como la cocaína, el carbón y el petróleo.
En primera instancia el mandatario de Colombia se refirió al papel que, a su juicio, juegan grandes potencias en la lucha contra las drogas y cómo esto se relaciona con la destrucción de los ecosistemas del país.
“Para destruir la planta de coca arrojan venenos, glifosato en masa que corre por las aguas, detienen a sus cultivadores y los encarcelan. Por destruir o poseer la hoja de la coca mueren un millón de latinoamericanos asesinados y encarcelan a dos millones de afros en la América del Norte”, dijo.
Agregó que destruir “el Amazonas, se convirtió en la consigna que siguen estados y negociantes. No importa el grito de los científicos bautizando la Selva como uno de los grandes pilares climáticos”.
Petro instó a los participantes en la asamblea de la ONU acabar con la irracional guerra contra las drogas, pues, dijo, disminuir el consumo de drogas no necesita de guerras, necesita que todos construyamos una mejor sociedad.
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El presidente de Colombia planteo que son más destructivos para la humanidad el carbón y el petróleo que la misma cocaína que por necesidad producen muchos campesinos en este país.
“El dictamen del poder ha ordenado que la cocaína es el veneno y debe ser perseguida, así ella solo cause mínimas muertes por sobredosis, y más por las mezclas que provoca su clandestinidad dictaminada, pero, en cambio, el carbón y el petróleo deben ser protegidos, así su uso pueda extinguir a toda la humanidad”, manifestó Petro.
El eje central del discurso se enfocó en solicitar a ‘los países del norte’ salvar la Selva Amazónica y que, si no se tiene la capacidad para financiar el fondo de la revitalización de las selvas, “si pesa más destinar el dinero a las armas que a la vida, entonces reduzcan la deuda externa para liberar nuestros propios espacios presupuestales y con ellos realizar la tarea de salvar la humanidad y la vida en el planeta”.
Petro también se refirió a la coyuntura bélica que hoy se vive en el mundo, pero también a muchas otras que durante años permanecieron en varios países del mundo.
“Cuando más se necesitaban las acciones, cuando los discursos ya no servían, cuando era indispensable depositar los dineros en los fondos para salvar la humanidad, cuando había que alejarse cuanto antes del carbón y del petróleo se inventaron una guerra y otra y otra. Invadieron Ucrania, pero también Irak, y Libia y Siria. Invadieron en nombre del petróleo y del gas”, anotó.
Renglón seguido manifestó que en el siglo XXI los países desarrollados descubrieron ‘la peor de las adicciones’: el dinero y el petróleo y que las guerras les han servido de excusa para no actuar contra la crisis climática.
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