Giovani Lo Celso, de Argentina; Young-Gwom Kim, de Corea del Sur; Alexander Arnold, de Inglaterra; Kevin de Bruyne, de Bélgica y el estadio Al Janoub están entre las láminas del álbum Panini de Qatar que más se repiten para el caso de Colombia. Vea más de finanzas personales aquí
Los coleccionistas del álbum del Mundial de Fútbol Qatar 2022, que arrancará en noviembre próximo, siguen buscando alternativas para completar el ejemplar de 638 stickers.
En Bogotá, como en varias partes del mundo, la venta individual de estas láminas se convierte en una alternativa, más costosa, para completar el álbum.
Octavio tiene un puesto de venta y cambio de láminas en el centro de Bogotá, en plena Carrera Séptima con Calle 12, al lado de la Universidad del Rosario y a pocas cuadras de la Plaza de Bolívar.
Dice atender, entre semana, entre 40 y 50 estudiantes universitarios de la zona. Los fines de semana el número de clientes se reduce, pero llegan más adultos que compran más láminas individuales.
El sábado 10 de septiembre, hacia las once de la mañana y en cuestión de 25 minutos, Octavio vendió $101.000 en productos correspondientes al álbum Panini de Qatar.
Vendió un álbum, 21 sobres y 70 láminas individuales. El precio del álbum en comercios callejeros ya bajó a los $8.000, al inicio de la distribución, hace unas dos semanas, el álbum de pasta blanda estaba en cerca de $10.000. El de pasta dura se mantiene sobre la barrera de los $25.000.
Los sobres los comercializa Octavio a los mismos $3.500, precio de venta recomendado por Panini y las láminas individuales las comercializa dependiendo de si se trata de un jugador, estadio u holograma.
Los jugadores los vende a $1.000 por lámina y los hologramas, dependiendo su dificultad, desde los $4.000. Un escudo como el de Bélgica puede valer $4.000, pero el holograma de una selección histórica puede costar entre $6.000 y $8.000.
A dos cuadras del puesto del puesto de Octavio está el de Ariel. En este caso, los rangos de precios para jugadores y hologramas es el mismo que en el caso de Octavio, pero tiene una lista de, al menos, 50 jugadores que a su juicio son más difíciles de conseguir. Entre estos están Cristiano Ronaldo, Messi y el arquero de Brasil, Alison. Para estos casos, los precios pueden llegar hasta los $6.000.
¿Cuál es el negocio?
Para Octavio y Ariel no es negocio comprar varias cajas de 104 sobres, a $364.000, y vender el contenido al por menor. El negocio de estas ventas callejeras está en la cantidad de láminas que pueden recibir por ofrecer el servicio de cambio.
Es decir, en estos dos casos, se pueden llevar láminas repetidas y, a cambio, ser reciben algunos de los stickers que no se tienen.
El acuerdo está, para el caso de los jugadores, entregar dos láminas y recibir una. En los hologramas la lógica es parecida, salvo que, para los hologramas especiales, el cambio es de tres hologramas a vuelta de uno.
Recomendado: Las cuentas del álbum Panini que confirman la depreciación del peso colombiano
Ariel, por su parte, entrega una lámina de un jugador a cambio de tres. De esta manera los dos comerciantes acumulan las fichas que después revenden.
Hay, sin embargo, algunas excepciones. En los dos puestos reposan dos carteles con las láminas que suelen salir más repetidas. Ninguno de los comerciantes recibe estos stickers a cuenta de que, para el mercado callejero, no tienen ningún valor dada su alta circulación.
Al final, a un coleccionista, mediante este mecanismo y habiendo comprado la caja para luego adquirir los stickers de manera individual, el costo final de llenar el álbum de Qatar 2022 puede oscilar entre $400.000 y $500.000, dependiendo también de la benevolencia del vendedor al por menor.