Colombia tendría un incremento considerable de precios en materia de consumo de gas en caso de que este se llegara a importar.
Así lo confirma Sergio Cabrales, profesor del departamento de ingeniería industrial de la Universidad de Los Andes, quien explicó para Valora Analitik las cuentas que se necesitarían en dicho escenario.
En principio, dijo que, en la actualidad, Colombia no necesita transporte ni debe pagar costos adicionales para distribuir este producto a los hogares. Lea más Noticias de Minería y Energía.
“Hoy en día, por ejemplo, en Bogotá el precio del gas puede rondar los US$4,5 por millón de BTU más el transporte, y eso puede valer aproximadamente US$6 en total”, afirmó.
Y detalló que esto se da por el panorama que tiene el país en materia de autoabastecimiento.
El gas de Colombia que se consume en el interior proviene de los campos de Cusiana y Cupiagua, y también del piedemonte llanero.
“Esta es una zona cercana al departamento de Arauca y es la fuente de suministro actual”, dice Cabrales.
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Y añade que, para la zona norte existen diferentes fuentes, entre las que hay campos pequeños en Sucre y Córdoba, que suministran de este hidrocarburo, sobre todo, a las ciudades principales.
Adicionalmente, están los campos Ballena y Chuchupa, en La Guajira, que suministran el gas restante a todo ese mercado.
Con esto presente, el experto de la Universidad de Los Andes afirmó que importar este producto implicaría mayores gastos para los ciudadanos.
Para esto hay dos opciones: la primera, traerlo desde Estados Unidos, y, la segunda, desde Venezuela, como ha planteado el gobierno de Gustavo Petro.
En el primer caso, donde el costo bruto del gas puede ser de alrededor de US$9, la cifra total -incluyendo trámites y transporte- podría llegar a US$16.
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“Si Bogotá utiliza ese gas importado, la factura podría aumentar casi tres veces”, indicó Cabrales.
La otra alternativa que se está considerando es importarlo de Venezuela, desde donde hay un gasoducto entre Maracaibo y La Guajira.
No obstante, el experto señala que este tiene siete años sin funcionar, con lo cual, para ponerlo en funcionario, se requerirían inversiones y obras significativas que pueden superar los US$100 millones.
En todo caso, si este llegase a funcionar, el gas de Bogotá podría estar rondando los US$12, es decir, el doble del valor actual.
