Tener una rutina de ejercicio después de los 65 años durante 20 y 60 minutos diarios es fundamental para la salud y el bienestar a esa edad.
La tercera edad es una etapa que requiere especial atención y cuidado, en especial al momento de realizar actividades físicas, pues estas pueden implicar movimientos perjudiciales para la salud de la persona, por lo que es importante seguir los consejos de equipos profesionales y así mantener en las personas mayores un estilo de vida saludable y seguro. Vea más en finanzas personales.
En 2020 la población de personas mayores en Colombia era del 13.8% y se espera que para el 2030 sea de cerca del 16%, lo que demuestra el aceleramiento del envejecimiento que está teniendo esta población y la necesidad de crear estrategias de cuidado para un envejecimiento saludable.
De acuerdo con Mónica Arango, médico experta del centro especializado de cuidado de personas mayores en Acalis, asegura que “mantener un estilo de vida activo es fundamental para evitar enfermedades, la pérdida de masa muscular y calcio en los huesos. Realizar ejercicios que se adapten a las condiciones de salud de forma moderada e integren rutinas variadas y diferentes grupos musculares, son clave, en especial, para las personas mayores de 65 años”.
Una rutina para todos los días
Una de las principales claves está en realizar actividades que fortalezcan el desarrollo motriz de las personas mayores, pues con el paso del tiempo, los reflejos se reducen, al igual que la capacidad de coordinar y responder de manera oportuna a ciertos reflejos.
Destacado: Estos son los beneficios de tomar agua diariamente para la salud
Arango comparte algunas actividades para desarrollar junto a las personas mayores para fomentar la flexibilidad muscular, postura y coordinación, las cuales recomienda que sean realizadas entre 4 y 5 días de 20 a 60 minutos por sesión y así convertirlas en un hábito:
- Ejercicios de bajo impacto como yoga o pilates.
- Salir a caminar, trotar o correr, dependiendo de la resistencia de cada persona.
- Actividades en la piscina.
- Ejercicios de coordinación y destreza.
- Actividades relacionadas con el baile.
Los expertos de Acalis sugieren que estas actividades sean efectuadas junto a profesionales expertos que puedan identificar el nivel de riesgo para cada persona y con base en su historial médico, sugerir las que más se adecuen a ella.
Hay que destacar que estas actividades deben complementarse con una dieta balanceada que brinde los nutrientes necesarios para realizarlas, “por lo que se debe mantener una hidratación constante, consumir frutas y verduras, evitar alimentos procesados, con altos niveles de grasas saturadas, sal o dulce, y no consumir alcohol o tabaco, pues reducen en gran medida la capacidad pulmonar y rendimiento”, concluyó Arango.